Ay, Pdro

Las elecciones del pasado domingo han dejado en mi opinión un perdedor claro: el PSOE. Sigue siendo el segundo partido, pero con la aparición de Podemos ya casi no lo parece, por mucho que se empeñe Pedro Sánchez en decir que su rival es el PP. Mientras que el partido de Rajoy mantiene una distancia prudencial con Ciudadanos, en el PSOE deben estar poniéndose un poco nerviosos al ver a Errejón e Iglesias por el retrovisor. Hablando en plata, el PSOE tiene en sus manos lo que se dice un marrón gordo, gordo, gordo.

Veamos las alternativas.

Empecemos por el PP. Por activa y por pasiva se ha dicho desde el PSOE que no van a colaborar a que ni Rajoy ni ninguna otra persona del PP (por si acaso a alguien le daba por pensar en Soraya, que para eso son un equipo) salga investido presidente. Si no había quedado claro, Susana Díaz ha "insistido" en la idea hace unas horas (quien dice insistir dice mandar recados). Según ella, el PSOE tiene que estar en la oposición, aunque a la buena mujer se le pasa por alto que para que haya oposición, tiene que haber gobierno, y eso es algo que a estas alturas no está tan claro. A la vista de los comentarios de Felipe González y las alusiones al famoso "pacto de Estado", yo no apostaría nada a que el PSOE no acaba pactando, o al menos permitiendo la investidura de un candidato del PP; cualquier alternativa, hoy por hoy, me parece que es aún peor como partido. Llegado el caso, ya nos inventaremos una justificación y donde dije digo, digo Diego, y tenemos cuatro años para hacer pasar por bueno nuestro argumento. Nada fuera de lo común.

Por la parte de Podemos, además del "problema" del referéndum, está el hecho de que el partido de Iglesias está fagocitando sin prisa pero sin pausa al histórico PSOE (cómo les gusta mencionar lo de histórico, como si fuesen un cuadro de Goya que hay que preservar). Si como dice Podemos el referéndum es una condición no negociable, es improbable que el partido de Susana Díaz, José Bono y Felipe González permita tal pacto, que la baronesa andaluza (de donde proviene una buena parte de los votos de Pedro Sánchez) ya ha calificado de aventura. Es más, estoy seguro de que, a pesar de lo que ideológicamente pudiera parecer, los barones prefieren  al PP que a Podemos; más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Porque el PP al fin y al cabo va en el mismo barco del bipartidismo y tiene intereses comunes con el PSOE, y además porque el PP no le va a "robar" al PSOE su votante tradicional y podemos ya lo está haciendo.

Si el único problema fuese el referéndum (que no lo es), cabría pensar que Podemos, siguiendo la línea maquiavélica de los últimos meses (ya saben, el fin justifica los medios), podría dejar apartado ese tema a un lado por un tiempo, lo que le daría una posición fuerte en la negociación y dejaría al PSOE con pocos argumentos. No obstante, no hay que olvidar que Podemos va de la mano de diferentes candidaturas de unidad popular, y una de esas es En Comú Podem, que aporta 9 de los 69 escaños. El jaleo que se puede armar como a algún peso pesado se le ocurra plantear la opcionalidad del referéndum puede ser de impresión. Creo que esa sí es una condición que no va a cambiar.

Luego están los independentistas y nacionalistas. Parece obvio que el PSOE no va a pactar con ellos, al menos no con los primeros. Con los nacionalistas quizá, total los dos partidos mayoritarios llevan haciéndolo desde hace muchos años (de aquellos polvos vienen estos lodos) y un poco más, a quién le importa. Tampoco supondrían una gran diferencia. Nos queda Izquierda Unida, pero tristemente, ni sus escaños parece que vayan a tener mucha relevancia, ni las posiciones de ambos están lo que se dice "cercanas", aunque el PSOE se defina como "izquierda".

En resumen, que si el PSOE se mantiene en sus trece, lo que está por ver, no pactará con el PP ni con Podemos y votará en contra de la investidura de Rajoy. Veamos el resto de permutaciones.

Si miramos a Podemos está bastante claro; si mantiene una mínima coherencia, no pactará con el PP y además votará en contra de la investidura de Rajoy. Lo mismo puede decirse de, al menos, ERC. De Democràcia i Llibertat no sabe uno qué pensar, porque al fin y al cabo son un partido ideológicamente de derechas, pero parecería raro que en medio de una negociación con la CUP le hiciesen ojitos a Rajoy. Raro no, muy raro. Así que Rajoy se queda solo con Ciudadanos.

PP y Ciudadanos pueden ir de la mano, claro, pero no es que vayan a llegar muy lejos; suman 160 y pocos escaños y en contra tienen unos cuantos más. Es decir, que según eso Rajoy no puede ser presidente. Pablo Iglesias lo tiene igual de fácil; ni Rajoy ni Pedro Sánchez ni Albert Rivera le apoyarán. Albert Rivera es poco probable que en la posición que está (cuarta fuerza política) pueda optar a la presidencia del gobierno, y tampoco en cualquier caso tiene los apoyos.

El caso de Pedro Sánchez es algo más interesante. Si el PP aplicase lo que viene pidiendo cada diez minutos (altura de miras, política de Estado y tal) y se abstuviese en la investidura, podría darse el caso de que Podemos hiciese lo propio, con lo que tendríamos un gobierno del PSOE en (mucha) minoría. Sin embargo, es poco probable que el PP aplique lo que viene pidiendo y por la parte de Podemos, tiene en Extremadura e Izquierda Unida un didáctico precedente de la imagen que el votante se crea cuando un partido consigue el gobierno (PP) porque un rival (IU) se abstiene de una investidura. Poco recomendable.

Así pues, si todo el mundo está diciendo la verdad y realmente sus posiciones son inamovibles, no queda otra opción que ir a unas segundas elecciones. Eso sería una amenaza importante para el PSOE como partido (también para el PP, aunque no como amenaza para el partido sino para sus opciones de gobierno), ya que si Podemos es capaz de captar una buena parte del voto que ahora ha ido a Izquierda Unida (lo que parece probable, ya sea mediante un pacto entre partidos o la aplicación del manido concepto de "voto útil"), la ley electoral ayudaría a que su número de escaños aumentase de manera importante y podría colocarse como primera fuerza de la oposición, e incluso, si parte del voto del PP "huye" a Ciudadanos (lo que parece poco probable), incluso como partido ganador. Ahí es nada. No hay que olvidar que IU tiene, a pesar de contar con solo dos escaños, más de 800.000 votos. Y esos son muchos.

En tal coyuntura de repetición de elecciones habría que analizar varios factores: cuál es la posición del votante del PSOE, a la vista de la debilidad mostrada por el partido tradicional de "izquierdas" y la posibilidad de que haya un trasvase de votos de Ciudadanos hacia el PP, y al mismo tiempo, qué evolución sigue el votante de Ciudadanos, con la perspectiva de un posible gobierno de izquierdas. Tengo la sensación personal de que el votante de Podemos es más fiel que el de Ciudadanos, y el del PP más fiel que el del PSOE, lo que en última instancia, en unas segundas elecciones, provocaría una acumulación del voto en el PP y Podemos. 

Susana Díaz decía hace un rato que es necesario reflexionar, analizar los resultados y hacer autocrítica de los resultados obtenidos. Está bien que lo haga, pero eso no le solucionará la papeleta; es bueno no olvidar que también tienen que tomar una decisión, y a ver quién es el que le pone el cascabel al gato, porque quizá a ese se lo coma el gato.

Mi apuesta personal es que el PSOE no se va a arriesgar a pasar a tercera fuerza política en unas segundas elecciones, por lo que acabará en brazos del PP, a cambio de una legislatura más corta y algunas otras cosas. Y donde dije digo, digo Diego. No sería tan raro.

Bonus track: es muy interesante el reciente movimiento de Mas al ofrecer a la CUP, además de varias cosas más, una partida presupuestaria para sanidad y gastos sociales. Teniendo en cuenta que los últimos resultados no son especialmente favorables a Democràcia i Llibertat, quizá alguien se esté poniendo nervioso y quiera darse prisa y ya de paso aprovechar el caos institucional tras el 20D. Habrá que ver qué hace la CUP ahora, sabiendo que el apoyo de su posible socio se ha reducido y que una cosa es el referéndum y otra cosa plantear una declaración de independencia en 18 meses, lo que no es ambicioso, es imposible. Yo sigo preguntándome: si Mas está tan, tan, tan comprometido con la independencia, ¿por qué no se quita de enmedio, que es lo que viene pidiendo la CUP desde el principio?

Nada más. Buenas noches.

Europa

Esta mañana, mientras venía al trabajo en la SER tenían un debate sobre las elecciones europeas. Apenas habré escuchado los últimos diez minutos, que han sido utilizados por las tertulianas para resumir sus posiciones. Una de ellas decía lo siguiente:

Hay que intentar trasladar esa utilidad del proyecto europeo para estas generaciones más jóvenes, para estas generaciones que son Erasmos, que son la aspiración de lo que pretendía este proyecto político y económico. Y eso yo creo que es el desafío de estas elecciones al parlamento europeo.

Y hay un riesgo que combatir. Que nadie vaya a las elecciones, bueno, cada uno puede ir a las elecciones con el espíritu que quiera, pero, sería una pena utilizar al parlamento europeo como la primera expresión de voto en contra de todo el conjunto de medidas que han venido siendo adoptadas en los últimos cinco años, porque eso puede provocar un desgaste importante para los partidos políticos mayoritarios, y eso puede provocar un efecto en lo que es el resultado final en el ámbito del parlamento europeo, puede conducirnos a un parlamento europeo ingobernable, y eso sería una pena.

Y tras la intervención de la otra parte, venía a resumir su posición con algo así:

Lo que me preocupa es plagar al parlamento europeo de grupos antieuropeos.

Ya ven qué concepción más interesante de la democracia.

Parte del audio que he transcrito se encuentra aproximadamente al comienzo de los últimos tres minutos.

Peloteos

El otro día La Página Definitiva publicaba un artículo titulado En El País de los pijos, el progre es el rey donde se decía esto (la negrita es mía):

 

La pregunta de Pepa Bueno, su visión de las cosas, representa ese periodismo pijo que ha ido puliendo el Grupo Prisa desde los años de la transición y que ha llegado ya a sus máximas cuotas. Es ese periodismo de preguntas chorras, analfabetas y pelotas. Porque, claro, si un representante político dice ante un grupo de periodistas algo que suena fuerte, pues ya estarán ahí los periodistas amigos para echar un cable: no quería decirlo, era a título personal, se han sacado sus palabras fuera de contexto o se han malinterpretado sus declaraciones. Ya no hace falta que sean los políticos quienes salgan a simular una rectificación, porque están antes los medios de comunicación echando paños calientes. Y si no, que se lo digan al ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, que podrá soltar todas las animaladas que se le ocurran, pero ahí estarán siempre sus amigos de Prisa, con los que ha compartido tertulias, cafés, risas y abdominales.

 

Hoy me encuentro en El País con un artículo titulado El ministro de las mil polémicas que habla de Wert en estos términos:

 

En lo que sí existe consenso es en su impresionante capacidad dialéctica, sobre su vicio por la polémica y la discusión permanente, que llega hasta el paroxismo. También de su destilado sentido del humor, no apto al parecer para todos los públicos. “Es chispeante, mordaz, pero muchas veces no todos le siguen las bromas”, comenta un excolaborador.

[...]

Antiguos colegas suyos, como José Juan Toharia, con quien trabajó en Demoscopia, le definen como superdotado en varios aspectos. “Tiene una capacidad de análisis y comprensión de lo que se desenvuelve a su alrededor muy rápida. En cuatro meses puede dominar perfectamente el terreno donde ha llegado”.

 

No parece, desde luego, una crítica muy dura. Es más, yo incluso diría que es bastante pelota. Casi más propia del ABC o de La Razón que de El País. Claro que a ver si va a ser verdad que como decía La Página Definitiva, en el País de los Pijos el Progre es el Rey.

Con la que está cayendo

Con la que está cayendo, a Rajoy no le parece interesante plantear que la Iglesia pague el IBI por los locales en los que desarrolla una actividad lucrativa. Cierto es que el PSOE sigue en su línea de denunciar y proponer medidas que ellos mismos no se han atrevido a ejecutar en sus ocho años de mandato, pero eso no cambia las cosas y no acabo de entender cuál es el enrevesado argumento por el que Rajoy piensa que las circunstancias actuales no son las adecuadas.

Con la que está cayendo, se ha rebajado el sueldo a los funcionarios y se les ha subido la jornada laboral. Con la que está cayendo, se han recortado muy significativamente las partidas de educación y sanidad. Con la que está cayendo el presupuesto de ciencia y tecnología se ha reducido a la mínima expresión (nuevo modelo económico dicen). Con la que está cayendo se ha subido el IVA al 18% y más que se subirá. Con la que está cayendo se ha incrementado la edad de jubilación. Con la que está cayendo se han recortado los derechos laborales. Con la que está cayendo todo lo que sea necesario porque es necesario con la que está cayendo.

Con la que está cayendo se le dan —de momento—19.000.000.000 € a Bankia y los que habrá que darle a Caixa Nova Galicia o Banco de Valencia. Con la que está cayendo Rodrigo Rato ganó 2.400.000 € en 2011. Con la que está cayendo Gorigolzarri deja claro que no busca depurar responsabilidades en Bankia. Con la que está cayendo no hay ni una sola comisión de investigación por lo ocurrido en las cajas de ahorro de este país y la Fiscalía ni está ni se le espera. Con la que está cayendo no ha habido en este país más que un puñado de dimisiones políticas voluntarias siempre acompañadas de su finiquito millonario a pesar de su lamentable gestión. Con la que está cayendo los políticos siguen sin tocar sus prebendas, sin dimitir, sin explicar nada. Con la que está cayendo Rajoy se atreve a decir que no es momento de tocar el IBI de la Iglesia.

Hace unos días, una persona me mandó un artículo de Santiago Álvarez de Mon publicado en Expansión y cuyo título era "Un país de llorones", que criticaba como pueden imaginar el pesimismo y victimismo que según el autor reina en este país. A pesar de la necesidad de mirar al futuro con optimismo, dejando de lado comentarios tan lamentables como "Los más vagos y violentos se limitan a despotricar del sistema" (¿es que no está permitido poner el sistema en cuestión? ¿es eso ser un vago o un violento? ), el autor se olvida de que esa mirada al futuro y trabajar para que éste sea posible no son tareas incompatible con mirar al pasado y pedir responsabilidades. Es más, es imprescindible. 

Un país de llorones no, pero tampoco de borregos.

5*10^6 parados

Me cuesta entender lo que sucede en este país. Quizá el gobierno tenga razón y haya un empleo sumergido del 15% o 20%, porque de otro modo es difícil comprender cómo con cinco millones de parados aquí no pasa nada de nada. La patronal, callada. Los sindicatos, ni están ni se les espera. El gobierno y la oposición, jugando a tirarse mierda que es lo único que se les da bien. Mientras tanto, las mismas noticias sobre Bildu y su ilegalización, otro tanto de Triviño, y circo, mucho circo. La Liga, los Madrid-Barça y las estúpidas discusiones de patio de colegio, Nadal, Alonso, el motociclismo y ahora la boda real de los ingleses.

Afortunadamente, el gobierno dice que el paro ha tocado techo. Claro que eso ya lo dijo Zapatero hace un año, y lo repitieron otra vez en octubre. Supongo que a fuerza de repetirlo, algún día tendrá que ser verdad, porque del 100% de paro no podemos pasar.

No suelo ser agorero, pero algo va mal, tremendamente mal en este país.

NIMBY, o "Sí, pero no aquí"

No defenderé la posición de Sarkozy en la expulsión indiscriminada de gitanos rumanos y búlgaros en Francia, pero tampoco defenderé la posición de la comisaria Reding, y no sólo por comparar la situación con las expulsiones de los judíos en la Segunda Guerra Mundial, que tiene tela, sino porque se trata de un evidente caso de aplicación de principios NIMBY: "Not In My Back Yard", que en castellano viene a ser "Sí, pero no aquí".

En otras palabras, la comisaria es consciente de que en su posición económica y política, jamás tendrá que lidiar con las consecuencias personales de vivir junto a un asentamiento gitano, por lo que puede permitirse el lujo de criticar medidas destinadas a solucionar problemas de otros ciudadanos que ella jamás tendrá. Quizá me esté escorando a la derecha, pero estoy bastante seguro de que a ninguno de los pocos pero imprescindibles lectores de este blog le gustaría tener un asentamiento de gitanos rumanos/búgaros pegado a su casa. Ahora bien, no hay que olvidar que la posición de la comisaria Reding es imprescindible para alcanzar cierto distanciamiento de los problemas y poder analizarlos con cierta objetividad, alejado de los prejuicios personales o las consecuencias que éstos tienen hacia uno mismo; no hay que ser muy listo para adivinar la opinión que tienen de esta medida las personas deportadas, o aquellas que tienen un campamento gitano cerca. Nos encontramos pues en un dilema en el que hay que proteger a aquellos que carecen de los medios básicos de subsistencia o tienen una "filosofía de vida diferente", pero al mismo tiempo es necesario defender los derechos de aquellos que pueden verse afectados por esa forma de vida. La situación no es fácil, y teniendo en cuenta que Sarkozy se debe a sus ciudadanos (por interés personal y por obligación política), y que los asentamientos son de inmigrantes, no es difícil ver la lógica en su medida.

Por otro lado, también habría que considerar la razón por la que los búlgaros y rumanos están emigrando hacia otros países de la Unión Europea más prósperos (aquí ya no viene ni cristo), y poner medidas para solventar dichos problemas. No obstante, para bien o para mal, la efectividad de dichas medidas se vería limitada por la soberanía nacional de ambos países, la escasa voluntad de Europa para ayudarse entre sí mientras no se trate de asuntos financieros de alto nivel, y la corrupción e incompetencia inherente a la mayor parte de la clase política, independientemente de su nacionalidad e ideología. En otro ámbito, cabría analizar si los asentamientos gitanos responden a necesidades de primer nivel, como puede ser la falta de vivienda, o como decía antes, se trata de estilos de vida tradicionales que tienen difícil cabida en las ciudades europeas contemporáneas. Por último, no hay que despreciar un cierto componente xenófobo fomentado por los partidos políticos de extrema derecha y bien aceptado y asimilado por la ciudadanía, que condiciona, permite y facilita la toma de decisiones de este calibre o incluso peores (aunque a Sarkozy no parece temblarle la mano a la hora de tomar decisiones, sean del calado que sean), por lo que no viene mal una voz discordante, en este caso la de la comisaria Reding, aunque sea para llamar la atención sobre el asunto; el resto de países europeos, bien por intereses de carácter político y/o económico, bien por mantener su libertad de acción en el futuro respecto de situaciones similares, prefieren mantenerse al margen o no participar de las críticas de la comisaria.

En definitiva, que nosotros nos quedamos como al principio, sin una solución clara, y los gitanos rumanos y búlgaros a merced de los gobiernos locales donde se encuentren asentados, ya que no sería de extrañar medidas similares en un futuro cercano por parte de otros países, ahora que Francia ha dado el primer paso.

Prepárense que vienen curvas

Leía hace un rato en elmundo.es un artículo cuyo título reza: "Garmendia admite que habrá recortes económicos 'muy importantes' en Ciencia". Por su parte, ElPaís.com hace referencia a ello en un artículo francamente difícil de localizar si lo busca uno prescindiendo del buscador (no voy a pensar mal), titulado "El Gobierno planea un recorte del 10% para ciencia en 2011". Teniendo estos dos artículos en cuenta y que tal y como cita ElPaís.com, "[...] el Ministerio de Ciencia e Innovación sufrió, en el presupuesto del Estado elaborado por el Gobierno para 2010, el mayor recorte de todos (un 15%) [...]", ¿cómo puede ser que la ministra Cristina Garmendia salga diciendo que José Luis Rodríguez Zapatero, tiene como "prioridad el ámbito de la investigación y el desarrollo en sus inversiones"?

¿Es una broma de mal gusto? ¿Hay alguna acepción de "prioridad" que no conozco, o es la ministra la que ignora su significado? ¿Estaba Cristina Garmendia actuando en el Club de la Comedia? ¿Van a pagar la I+D+i con ladrillos y sacos de cemento? Y la más importante de todas. A la vista de los hechos, ¿qué futuro nos espera?

De impuestos

Cuando el ministro José Blanco y portavoz en funciones del Gobierno dice que en España pagamos pocos impuestos en relación con la media de la UE, es probable que tenga razón, o al menos eso dice Eurostat. Claro que, como suele ser habitual, aquí cada uno mira a los demás para lo que le conviene. Porque ni en salario medio (definanzas.com, datos de 2007, aunque no esperen que hayamos ido a mejor) , ni desde luego en salario mínimo (salariominimo.es, datos de 2008), estamos ni de lejos al nivel de la media. Pero para qué buscar coherencia en un Gobierno que al igual que todos los anteriores, sigue permitiendo las SICAV, instrumentos financieros que facilitan que los multimillonarios tributen muy por debajo de lo que se le pide a cualquier ciudadano de a pie, incluso cuando dichas sociedades no cumplen los requisitos obligados. Pues eso, para qué.

Con "asesores" como estos...

«El padre de Mari Luz Cortés asesorará al PP sobre la reforma penal» [elmundo.es]

Siento mucho que esta familia haya perdido a una hija en las circunstancias que lo ha hecho, y es evidente que deberían depurarse responsabilidades al respecto (claro que esto de la justicia y el Estado de Derecho es como las operadoras de telefonía; llega un momento en el que tras perder la paciencia, el tiempo y más cosas, te preguntas si hay algo que hacer o está todo diseñado para que nunca pase nada). No obstante, eso no le da ni los conocimientos ni la objetividad necesaria para poder emitir algún tipo de juicio razonable sobre algo tan delicado como el código penal, sino más bien al contrario.

En cualquier caso, no hay que negarle al PP la habilidad buitresca para hacer de las desgracias ajenas oportunidades políticas, y "fichar" a este pobre hombre que no hará otra cosa que alimentar el populismo más rancio del que la derecha lleva un tiempo aprovechándose. Porque populismo hacen tanto unos como otros, pero diferencias las hay, y notables.

Escalas de importancia

John Clancy, portavoz de Desarrollo del Ejecutivo comunitario ha dicho que "estamos ante una situación humanitaria crítica", en referencia a la situación de al menos 250.000 personas desplazadas por el conflicto en el este de la República Democrática del Congo (RDC). Por su parte, Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidad, dice que se trata de "una crisis humanitaria de proporciones catastróficas". Por ello, la CE ha aprobado una ayuda de emergencia de 4 millones de euros, más otros 12 millones procedentes de los Fondos Europeos de Desarrollo.

Las comparaciones son odiosas, ¿eh?

Sarah Palin o el hombre del saco

Puedo afirmar que las elecciones de los americanos (o estadounidenses, si son ustedes de los lingüisticamente quisquillosos) no me quitan el sueño, ni por supuesto les dedico la misma atención que Edgar Rovira y Jorge Galindo en su blog; eso salta a la vista. A pesar de ello, uno está vagamente interesado en lo que pasa al otro lado del charco, dada su incidencia en lo que pasa a este lado; para qué negarlo, en ocasiones resulta hasta divertido e interesante. También hay que tener en cuenta que es francamente difícil, a no ser que uno no tenga ningún tipo de inquietud política (lo que suele ser algo bastante frecuente), permanecer ajeno a lo que unos (John McCain et al.) y otros (Barack Obama et al.) dicen. Como disculpa, si los políticos autóctonos ya resultan bastante cansinos de por sí, es difícil encontrar motivaciones para ir soportando a los de los demás; que cada palo que aguante su vela.

En cualquier caso, si hay algo que ha revitalizado la campaña, o al menos ha levantado cejas (sí, sólo cejas) a este lado del Atlántico, ha sido la presentación de Sarah Palin como vicepresidenta de John McCain, hombre que viene a ser la versión renovada de Bush, por decir algo. Lo cierto es que esta buena mujer, de corte conservador como no podría ser de otra manera, amante de las armas, radical religiosa y varias cosas más, que se define a si misma como un pit bull con pintalabios (definición que ha dado pie a más de una manipulación siempre malintencionada), muestra cada vez que habla su escasa experiencia política («gobernadora de Alaska durante menos de dos años y anteriormente fue presidenta de una comisión energética del Estado y alcaldesa de una localidad de menos de 7.000 habitantes» [ElPaís.com]) y me van a disculpar, su escasa salud y lucidez mental, aunque de políticos así está llena la historia de la Humanidad; ya veremos si el populismo le da bastante cancha para acabar la campaña.

Entre algunas de sus perlas, no sólo parece estar dispuesta a perforar, caiga quien caiga y a toda costa, la reserva natural de Alaska en busca de petróleo (Drill, baby, drill —perfora, nena, perfora— fue uno de los vítores de la Convención Republicana, y aunque parezca inaudito, sin tintes sexuales [elmundo.es]), sino que ha vuelto a vincular, como ya hizo George W. Bush en su día, los ataques del 11-S con Saddam Hussein; algo que se demostró falso por carente de pruebas. Pero sin duda, la joya de la corona, la más brillante, han sido sus recientes declaraciones en una entrevista acerca del conflicto en Georgia, y su sorprendente falta de tacto a la hora de anunciar (amenazar, advertir) la posibilidad de una tercera guerra mundial, o lo que les de la gana, si finalmente Georgia ingresa en la OTAN y es invadida por Rusia (otro que tal baila). Cágate lorito.

Por decirlo con palabras de Edgar, que incluye la entrevista en inglés, «personalmente me da bastante miedo que una persona así pueda llegar a ser la vicepresidenta del, aún, país más poderoso del mundo. Sólo faltaría que McCain palmara y que ésta cogiera el mando de la nave.»

Apañados vamos, o en versión Palin, que Dios nos coja confesados.

¡Viva la Democracia!

Hola niños, niñas, y pelotitas de goma.

Ayer, por fin, se acabaron las putas elecciones; se acabaron los insultos, las promesas de siempre y la vergüenza ajena. Ayer, también, por primera vez en mi vida —y tengo 31 años, que se dice pronto— fui a votar. Si nada cambia, esa será probablemente la última vez en mi vida que vaya a votar, teniendo en cuenta que a todos los efectos, y puesto que no voté ni al PSOE ni al PP, hubiese dado lo mismo que el presidente de la mesa electoral hubiese roto mi papeleta delante de mis narices en lugar de meterla en la urna. Eso de que nos ha costado mucho conseguir una democracia para no ir a votar es muy bonito, y lo llevo oyendo muchos años, pero la verdad, con esta mierda de sistema electoral, es normal que mucha gente se quede en casa. Porque en la mayoría de las provincias, o votas a alguno de los partidos mayoritarios, o el resultado es básicamente el mismo que si uno no fuese a votar. Y las cosas seguirán así, por los siglos de los siglos.

Por poner un ejemplo, se habrán dado cuenta de que Izquierda Unida, con casi un millón de votos, ha sacado dos escaños, mientras que Convergencia i Unió, con aproximadamente setencientos cincuenta mil votos, ha conseguido once escaños. Dicho de otra forma, un votante de CiU vale unas cinco veces más que un votante de IU. Esto es culpa, como se pueden imaginar, de nuestra bonita ley electoral, que como bien apunta Somos lo más tonto que hay, es una ley que «fue promulgada [...] en plena Transición, y con pocas o ningunas ganas de volver a una dictadura, o a una situación que pudiese llevar a una nueva guerra civil, [y] la idea era conseguir consolidar los partidos más cercanos al centro (PSOE y UCD en el momento) para dejar los radicalismos a un lado.» El problema es que hace unos cuantos años que dejamos atrás la Transición, y lo que se deja a un lado no son los radicalismos sino partidos políticos legítimos y razonables.

No me voy a enrollar más. Yo sabía que la ley electoral era injusta, pero la verdad, no me imaginaba que mi nivel de ignorancia y de injusticia de la ley llegaba a ese extremo, y estoy bastante seguro de que hay mucha gente que lo desconoce (ignorantes somos muchos). Además, el hecho de que ninguno de los partidos mayoritarios esté decidido a modificarla indica lo poco que les importa y lo mucho que les favorece (no hay más que ver esa llamada a ejercer el "voto útil"). El resto de la información la tienen en El Utilómetro, aunque si han votado ustedes a una de esas fuerzas llamadas "minoritarias" (y no nacionalistas), les recomiendo que no lo lean. Acabarán de mala hostia, justo como un servidor.

Ah, sí. Enhorabuena a los premiados.

+ + +

Para distendir un poco los ánimos, les presento a nuestro candidato a Eurovisión: Rodolfo Chiquilicuatre. Como dicen por ahí, es lo más apropiado, mandar a un festival de música de risa una canción de broma. Atentos a la "bailarina" de rojo (habitual colaboradora de Buenafuente) y a la "familia" de Rodolfo. Otra cosa no, pero audiencia este año no faltará y risas tampoco, y más teniendo en cuenta que no somos los únicos.

Ganar no ganaremos, pero y lo que nos vamos a reír, ¿qué?

Objetividad periodística

Si uno le hace una entrevista a alguien a quien desea desacreditar, debería basar su estrategia en hacerle preguntas con "mala leche", buscando el punto débil y los errores de su interlocutor, y dejar que el lector sacase sus propias conclusiones con las respuestas del entrevistado. Lo que no debería hacer jamás al publicarla es preceder la transcripción de la entrevista con un comentario negativo y claramente de opinión como el siguiente [ElPaís.com]:

 

«Aspira a vivir en La Moncloa y centra su estrategia en descalificar a Zapatero más que en plantear soluciones. De hecho, la frase "no lo sé" abunda en la entrevista, hecha el martes en su casa, horas después del segundo cara a cara. Relajado, minimiza los asuntos más polémicos para el PP: la guerra de Irak y las teorías conspiratorias sobre el 11-M.»

 

Y no debería porque eso desacredita no al interlocutor, sino al periodista. Claro que a estas alturas de la película, ¿quién se cree todavía aquello de la objetividad y la ética periodística y el código deontológico? Pues eso...

¿Derecho o abuso?

Estas Fallas vuelve a haber huelga de transportes; concretamente del 15 al 20 de marzo. Quizá no lo supiesen, pero dado que durante los últimos años en Valencia siempre se ha convocado, no era raro asumir que estas fiestas también habría paros; a este ritmo, dentro de un tiempo esta huelga será parte integrante de las Fallas, y el día que les de por trabajar, seguro que sale alguno protestando con aquello de la tradición y las viejas costumbres. Bueno. La cuestión es que venía escuchando la radio (cambiando compulsivamente de Onda Cero a la SER), y aparte de los paros que les comentaba, parece que hay unos cuantos más por el resto de la geografía peninsular (¡qué bonita expresión!); hasta los policías quieren manifestarse para cobrar más por trabajar el día de las elecciones.

No me malinterpreten. Estoy a favor de la huelga como un derecho de los trabajadores, además de ser un derecho constitucional, y estoy seguro de que muchas de ellas estarán justificadas, aunque pertenezca a un gremio, el de los informáticos, que carece de ese poder; justito igual que los autónomos, el gremio de mi progenitor, por lo que ya saben que pueden echarle la culpa a él por este tipo de razonamientos. Dicho eso, me parece a mí que si los sindicatos (la mayoría erigidos en otro partido político más) y colectivos convocantes fuesen realmente claros en sus reivindicaciones y peticiones a través de los medios de comunicación habituales o Internet (es decir: estas son nuestras condiciones y estas son las que exigimos), obtendrían mucho más respaldo y comprensión del resto de ciudadanos afectados. Porque la verdad es que más que derecho a la huelga, da la impresión de que algunas de estas "actividades" ejercen el derecho al chantaje y al secuestro social, o, y perdónenme la expresión, el derecho a tocar los cojones "hasta que nos den lo que pedimos".

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Leía hace un rato que el libro La catedral del mar, de Ildefonso Falcones, fue rechazado por siete editoriales antes de ser publicada por Grijalbo y vender más de un millón y medio de ejemplares. Esto le hace a uno cuestionarse qué criterios literarios manejan este tipo de empresas y sus departamentos de revisión (¿otro Dan Brown más, o el próximo Roberto Bolaño?), cuántas obras buenas se quedan en el tintero a causa de esos criterios, y, sobre todo, qué cara se le queda al responsable de turno cuando ve lo que ha rechazado...

Una mijina de política

Hace mucho que no escribo de política, porque aunque no se lo crean, yo antes lo hacía; se lo juro. Y no es que ahora esté especialmente interesado, pero me ha sorprendido (gratamente, para qué lo voy a negar) ver cómo —siempre según mi punto de vista— el PP es capaz de meter la pata hasta el nivel que lo está haciendo —el fondo— a menos de tres meses de las elecciones generales. Voy a pasar un poco por encima del anuncio del número dos, Manuel Pizarro (ex presidente de Endesa), ya que no me parece una persona a vender como si fuese el Mesías (repito, ex presidente de Endesa). Yo apuntaría más bien por una continuación de la política de privatización que se hizo durante la época Aznar y que, sea buena o mala política —a veces es una cosa y a veces otra, dependiendo del sector—, no suele ser lo más popular del mundo. Eso no significa que este tipo no sea válido, sino que viniendo de donde viene, no es quizá demasiado fácil de "vender". Me ha llamado además la atención verle hablar ante los micrófonos como si llevase años militando en el partido, aunque como dijo Solbes, lleva mucho tiempo haciendo política "entre bambalinas". Dejando a Pizarro con su merecida recompensa por su gestión en Endesa ante la OPA de Gas Natural, la metida de pata de la que les hablaba al principio es, como probablemente imaginan, la del rifirrafe entre Aguirre y Gallardón.

Básicamente, y siempre desde mi opinión, si algo ha demostrado el PP con este movimiento es quién manda en el partido; que el lugar del PP no está en el centro ni en el centro-derecha ni en el centro-derecha-derecha, si es que alguien alguna vez se creyó tal cosa; que su lugar está a la derecha-derecha de la derecha más derecha, y que la línea de partido la dicta Aznar acompañado del trío maravillas "Zaplana Acebes Aguirre et al.". Ahí es nada; como para pegarse un tiro. El PP ha sido incapaz de ver que Gallardón es probablemente la única persona del partido que despierta simpatías en la izquierda, que es lo único del PP que puede decirse que está cerca del "centro", y que podría haber sido la mejor apuesta para captar a aquellos indecisos que repudian la derecha más dura (la que se ha salido con la suya), pero al mismo tiempo recelan del PSOE por razones ideológicas o históricas.

Nunca he sido una persona de fuertes convicciones políticas "partidistas". Es decir, que tengo mis opiniones en materia social, económica y otras muchas, y a veces estoy de acuerdo con el PP y a veces con el PSOE. Soy de la opinión de que asistir a un mítin político es una de las mayores gilipolleces que se pueden hacer y poco más que un acto de estupidez supina, sin entrar en el nivel de borreguismo que conlleva (espero no ofender a nadie). No obstante, no puedo decir que no me alegro por lo del PP. No sólo porque demuestra la total falta de miopía de Rajoy —aunque esta decisión está lejos de ser personal— y muestra lo que se puede esperar del PP si gana, sino porque puede suponer el fracaso de la derecha (y aún mejor, el de *esta* derecha) en las próximas generales. Como comprenderán, no quiero a sujetos como Zaplana, Acebes o Aguirre (et al.) en el gobierno de mi país. Otra vez no. Por favor.

Si no les veo antes, que creo que sí, buen fin de semana.

La hora chanante visita el Parlamento de Aragón

«Sí, cariño mío, lo que tú quieras»

Y esta es la razón de porqué no se deben fumar porros en horario laborable, sobre todo si eres la (ya ex-) portavoz del PSOE en el Parlamento de Aragón y vas a hablar en público. O eso, o esta mujer está dentro del cupo de minusvalía (psíquica) del PSOE. O estaba en trance místico. O estaba preparando el comienzo de su carrera como humorista. O... en fin, nada más. Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias. Fin.

El "gran" problema mundial (TM)

En la línea de las últimas entradas totalmente carentes de originalidad (al igual que muchos de los grandes blogs, vaya), y aprovechando las torpes y políticamente incorrectas —pero en mi opinión no exentas de razón— declaraciones de Rajoy sobre el cambio climático (chico, que eres candidato a la presidencia del Gobierno y eso de "mi primo me ha dicho" queda poco serio), vengo a traerles un artículo de Xavier Sala-i-Martín que refleja básicamente mi opinión sobre el tema este del cambio climático. Pero claro, antes voy a resumírsela un poco.

No se trata de que dude de la realidad de éste, no. Que no. Se trata de que me cruje que el cambio climático sea el principal —el "gran"— problema mundial cuando una buena parte de la Humanidad intenta sobrevivir en la miseria más absoluta; se trata de que podemos hacer del cambio climático la prioridad de facto para el mundo occidental acomodado, pero no para el resto del mundo, que ya tiene bastante con buscarse el sustento diario. Convertirlo en "el problema mundial" (tm) demuestra entre otras cosas hasta qué punto somos capaces en esta parte del mundo de despreciar el sufrimiento humano ajeno. Diciéndolo de otra forma, mueren millones de personas al año por falta de los recursos más básicos, y nadie —y menos que nadie, un político— ha montado una cruzada mediática de esta magnitud, ha declarado el hambre "el gran problema mundial" y de repente a todo el mundo le ha dado por firmar acuerdos y donar miles de millones de euros (¿o cuánto se creen que nos costará Kyoto?). No, claro que no. ¿Qué es occidente, una puta ONG? El caso es que a la luz del número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza en pleno siglo veintiuno en este santo país, occidental, europeo y civilizado, el PSOE tiene mucha suerte de que el PP sea tan torpe a la hora de abrir la boca. El cambio climático es desde luego un problema importante, pero no "el gran problema" mundial.

Y antes de pasar al artículo, me llama poderosamente (qué gran palabra) la atención la cantidad de dinero (¿qué hará con esa pasta?) que el señor Al Gore está generando con su "lucha": con su documental en DVD (que vas a comprar te guste o no), con su nada barato libro sobre el cambio climático (casi treinta eurillos, ahí es nada), con sus conferencias a doscientos mil euros la unidad, y etc etc. Además, también resulta curioso que haya impuesto «estrictas condiciones a los periodistas que asistan a la conferencia, entre las que destaca que su intervención no podrá ser grabada ni filmada y que los redactores gráficos sólo dispondrán de cinco minutos para fotografiarle.» [ElPais.com]. No se equivoquen; me parece perfecto que este señor se haga de oro y diamantes con su trabajo, pero si tan preocupado está por el cambio climático y por propagar su mensaje por todo el mundo, y todo esto es algo más que fachada o una lanzadera mediática, ¿no sería mejor, además de comprarse unas mantas y usar menos la estufa, que hiciese el documental y el texto accesible al mayor número de personas en el mundo? Que quizá no, oíga, pero es sólo una idea, porque este sujeto transmite unas ideas e impresiones que pueden malinterpretarse fácilmente, si atiende uno al volumen de líquido que *parece* fluir hacia su persona. Y además, y esa es otra, que me pregunto yo qué coño tiene que ver el cambio climático con la paz. Y bueno, que sí, que me dejo de rollos y ya vamos con el artículo, que lo dice todo mejor que yo.

Sí, esta entrada es larga, ¿qué pasa?

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Cambio Climático (y vi): No Es Nuestra Prioridad

Al Gore afirma que evitar el cambio climático (CC) no es una cuestión de política sino de moral. Es nuestra obligación ética, dice, dejar a nuestros hijos un planeta mejor.

La utilización de conceptos de moral y ética en el debate sobre el CC indica que algunos analizan el problema del calentamiento global no tanto desde la ciencia como desde la religión. En un discurso pronunciado en la universidad en California, Michael Chrichton equiparó al movimiento ecologista con una nueva religión ya que hablaba de la irrupción del hombre en el paraíso terrenal con un pecado original contaminador llamado revolución industrial y que prometía la salvación eterna si se cumplían los mandamientos revelados en Kyoto. A mi también me da la impresión que algunos radicales del CC apuntan tics sacerdotales. Pero, a diferencia de Chrichton, no lo digo por el contenido de sus ideas sino por la forma cómo las defienden que a menudo recuerda a los tribunales de la Santa Inquisición. Por ejemplo, antes de siquiera entrar en debate, acusan a los que discrepan de estar al servicio, no del demonio, sino de Exxon (que me parece que es mucho peor) o de ser neocones pagados por el satánico Bush. Llaman negacionistas a los que no comulgan con sus ideas equiparándolos con los nazis que niegan el holocausto. Exigen censura a los medios de comunicación para acallar a los que se desvían del catecismo oficial. Piden que se silencie a los ignorantes que no tengan un título de física, aunque el debate sea más un tema de estadística y economía que de climatología. Culpan a los sacrílegos de querer destruir el planeta e incluso los denuncian por no amar a sus hijos. Y claro, todo esto lo hacen sin aportar pruebas, porque los poseedores de la verdad absoluta nunca han necesitado pruebas para condenar al hereje a la pira purificadora. Les basta con hablar, como Torquemada, desde una supuesta superioridad moral.

A mí, la verdad, todo esto me parece bastante cómico. Una sociedad sana debe debatir los temas importantes de manera abierta y civilizada, sin actitudes inquisidoras. Les diré incluso que estoy de acuerdo con Al Gore cuando dice que tenemos la obligación ética de dejar un planeta mejor a nuestros hijos. Pero un planeta mejor no quiere decir un planeta más frío. Un planeta mejor es (también) un planeta sin pobreza. O un planeta sin SIDA o Malaria, un planeta sin malnutrición, un planeta donde todo el mundo tiene acceso a la educación y al agua potable, un planeta sin guerras, corrupciones políticas o gangsterismo.

Y dado que hay muchas maneras de mejorar nuestro mundo, el debate debería centrarse en cómo priorizar a la hora de hacerlo y no en quien ostenta la superioridad moral.

Sí, ya sé que algunos dirán que no hace falta priorizar porque luchar contra el cambio climático no impide luchar también contra la pobreza. Pero eso es falso. Las restricciones presupuestarias existen y cuando un gobierno dedica dinero o capital político a luchar contra el calentamiento, no puede dedicar esos medios a la cooperación internacional. Del mismo modo, cuando una empresa dedica recursos de responsabilidad social a mejorar el medio ambiente, no los dedica a promocionar infraestructuras de agua en África.

Y no. No vale decir que luchar contra el CC va a generar mayor crecimiento porque la verdad es que reducir el CO2 va a costar mucho dinero. Tampoco vale decir que luchamos contra el calentamiento para evitar que los africanos se queden sin agua dentro de 100 años, porque los africanos no tienen agua hoy: en la actualidad ya hay dos millones de niños que mueren de diarrea cada año por falta agua potable. Si todo esto lo hacemos para ayudar a los pobres, solucionemos primero los problemas de los pobres de hoy y después ya ayudaremos los de dentro de un siglo.

La pregunta clave del debate del CC es, pues: si priorizáramos de manera racional, con información experta y sin las histerias generadas por películas de Hollywood, ¿qué problema de los muchos que tiene el mundo, deberíamos atacar primero? Existe un grupo en Dinamarca llamado Consenso de Copenhague que ha intentado responder a esa pregunta. Primero reunió a un grupo de sabios que incluían a varios premios Nobel con los más expertos defensores de dar prioridad a la lucha contra el CC y pidió a éstos que expusieran sus ideas, sus razonamientos y sus evaluaciones de costes y beneficios de solucionar el problema. Luego hizo lo mismo con los que querían priorizar la lucha contra el hambre, la erradicación de la malaria, el acceso al agua potable y así hasta 17 problemas de primer orden mundial. Una vez escuchados todos los expertos, se pidió a los sabios que establecieran un orden de prioridades. El resultado: la lucha contra el SIDA y la malaria encabezaban la lista y les seguían la pobreza y la malnutrición, las barreras arancelarias que impiden a los países pobres comerciar y crear riqueza, el acceso al agua potable y la educación. Lo interesante es que el cambio climático ocupaba la última posición.

El Consenso de Copenhague repitió el experimento con 24 embajadores de las Naciones Unidas y con un grupo de jóvenes, representantes de las generaciones futuras. En ambos casos los resultados fueron idénticos: puede que el calentamiento global sea un problema importante. Pero no es el único problema importante a los que se enfrenta la humanidad. Una vez se comparan las urgencias y las necesidades, los costes y los beneficios, los pros y los contras, la lucha contra el cambio climático no es nuestra prioridad.

(La Vanguardia, X-05-2007. Xavier Sala-i-Martín es Catedratico de Columbia University y Profesor Visitante de la Universitat Pompeu Fabra. © Xavier Sala-i-Martín, 2007.)

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[Otros artículos suyos, tanto en HTML como en PDF, aquí en castellano, y aquí en catalán. La serie de seis artículos sobre el cambio climático, con la que estoy completamente de acuerdo, aquí]

Puntualizaciones (sobre lo de ayer)

Ayer les comentaba, medio en broma, una noticia por la que el gobierno chino había decidido ejecutar al ex director de la agencia reguladora de alimentos y fármacos por corrupción. No iré tan lejos como para pedir eso, pero leyendo una noticia de El Blog Salmón, se me ocurre que nosotros estamos justamente en el extremo contrario. Al parecer, la Diputación Foral de Vizcaya ha regalado a tres diputados forales que abandonaban su cargo tres Rolex por valor de 2500 euros (cada uno).

Vale, de acuerdo, eso es todo legal, pero viene a reflejar, como apuntaba madmax que había escrito Reverte, la falta de ética, escrúpulos y caradura que hay en este país, sobre todo en el ámbito político (cada uno con su dinero que haga lo que le venga en gana). Entre la depuración extrema de responsabilidades -con la que no estoy de acuerdo- aplicada en China y por lo general, la falta total de responsabilidades que existe en este santo país, estoy seguro de que habría que encontrar un término medio. Porque no hay más que ver los casos del Yak 42 y el accidente de metro de Valencia, ambos con víctimas mortales, para darse cuenta de que aquí, nadie se hace responsable de nada.

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Por lo demás, respecto a las medidas de bajada de impuestos anunciadas por Rajoy, qué les voy a contar. Me da la ligera impresión de que benefician a las capas altas de la sociedad (¿Disminución del 43% al 40%? ¿Cuánta gente en este país paga un 43%?) y que no aportan nada a la clase media y baja, aunque si alguno de ustedes sabe más de esto que yo, por favor que me corrija.