Conversación 2
—Oye.
—¿Qué?
—Si mi novio te pilla mirándome así, te va a partir la boca.
—Perdona, ¿qué dices?
—Ya me has oído.
—¿Mirándote así? ¿Así? ¿Así cómo?
—Tú ya sabes cómo, no te hagas el tonto.
—Ya. Así que me dará una paliza.
—Sí, eso hará.
—Vaya.
—Sí, o igual se le va la mano y te manda al otro barrio.
—Ya veo.
—Sí.
—Es bastante gilipollas cargarte a alguien porque está mirando a tu novia, ¿no te parece? Mucho, incluso aunque la miren así, como tú dices.
—Lo que quieras. Estás avisado.
—¿Sabes? Es divertido. La gente se pasa muchos años en la cárcel por hacer auténticas gilipolleces, gilipolleces como matar gente sólo porque no te gusta que miren a tu novia. Unos se pasan toda su puta vida entrando y saliendo del trullo, casi desde que nacen, y otros sólo son lo bastante estúpidos para tirar su vida a la basura sin ninguna razón. Tengo curiosidad. ¿De qué tipo es tu novio? ¿Del primero, o del segundo?
—…
—No importa, en cualquier caso lo siento mucho por ti. Bueno, me queda claro al menos que no le gusta que te mire así.
—Eso he dicho.
—Oye, ¿y a ti?
—¿A mí? ¿A mí qué?
—¿A ti te gusta?
—A mí sí, me gusta mucho.