Notas cinematográficas

Vamos hoy con unas cuantas notas cinematográficas, tal y como indica el título. La primera es sobre la película La otra hija, una especie de abominable mix entre Señales y la novela de Stephen King Tommyknockers, que pude ver en pre-estreno gracias a una invitación de mi querida hermana. Si olvido el coste de la gasolina empleada en el desplazamiento, el gasto en palomitas y bebida, y las casi dos horas perdidas, casi no me duele. Cuando uno lee "Kevin Costner" en el reparto, tiende a pensar de manera automática en que la película puede valer la pena. Ese pensamiento dura hasta el momento en que reflexionas sobre la filmografía de este individuo; donde aparte de Bailando con Lobos, no tiene gran cosa. Resumiendo, no vayan a verla a menos que les paguen. Y en ese caso, piensen si tienen algo mejor que hacer.

Pasamos a la parte positiva. El sábado por la tarde estuvimos viendo El concierto, una más que agradable comedia de Radu Mihaileanu, coproducción de Francia, Italia, Rumanía y Bélgica, sobre un director relegado de su puesto por motivos políticos, que debe reunir a viejos músicos para dar un concierto en París. La verdad es que —sin que hubiera una razón para ello— no albergaba demasiadas esperanzas sobre esta película, que llevaba algún tiempo olvidada en el disco duro, hasta que nos decidimos a recuperarla. La película no tiene mayores pretensiones que ofrecer un rato de entretenimiento, con un trasfondo cómico y sentimental a partes iguales, algo que consigue sin complicarse demasiado la vida. En definitiva, no se trata de una obra maestra, pero se coloca sin dificultad por encima de la mayor parte de las películas que puedan ustedes ver.

Por último, el domingo continuamos la sesión con El Aura, del incombustible y omnipresente Ricardo Darín. A diferencia de Kevin Costner, puedo decir que no recuerdo haber visto una película de este actor que al acabar haya pensado que había perdido el tiempo; tampoco es que haya visto muchas, pero dado que gran parte de la cinematografía argentina de ámbito "público" que nos llega tiene a Ricardo Darín entre sus filas, he visto unas cuantas. El Aura es una película de cine negro, sencilla, sobria y con interpretaciones más que correctas. Si fuese una película americana, estaría llena de persecuciones, tiros y estrés, pero no es el caso, sino más bien todo lo contrario. Sin llegar a la lentitud, se toma las cosas con calma y le dedica a cada momento los minutos y segundos que requiere. Tampoco esta es una obra maestra, pero merece mucho la pena verla.

Se veía venir...

Después de ver tanto Avatar como En tierra hostil, me resulta difícil comprender la duda que ha existido en la prensa sobre quién podría llevarse el premio a la mejor película y mejor director, aunque bien es cierto que la Academia a veces es imprevisible y tiene sus propios tejemanejes y es posible que por ahí fuesen los tiros.

Quizá En tierra hostil no sea todo lo alternativa que se quiere vender en el sentido de cultura alternativa (diez millones la hacen independiente comparada con los presupuestos de las grandes productoras, y desde luego con Avatar, pero no alternativa), a la vista de algunos clichés pro-americanos y cierta parcialidad patriótica, pero desde luego, es una película muy superior a la de los lagartos humanoides de Pandora. Que la calidad técnica de esta última es impecable, no hay ninguna duda; que visualmente es una película impresionante, con o sin 3D, tampoco, pero poco más; el guión, el desarrollo y profundidad de la historia y la caracterización de los personajes no puede ser más convencional y típica: malos muy malos, buenos muy buenos, el héroe, la chica, etc. Nada nuevo bajo el sol. Aunque no hay que quitarle mérito a la película de Cameron, creo que ésta se ha alimentado de una fantástica campaña de marketing, de ser la película comercial que apuesta definitivamente por el 3D, y de la fama previa que acumulaba su director, así como de su silencio estos años.

The Wire

Últimamente, cuando me siento frente a la televisión por la noche, no sé si irme un rato a vomitar o cortarme las venas directamente en el sofá. Dicho de otra forma: la televisión, cualquier día de la semana, es una mierda. Pero en especial, las tres joyas de la corona son para darles de comer aparte: Física o Química, 700 euros, y Sin tetas no hay paraíso. Jódete Mariano y cágate lorito. ¿Saben aquello de que cada nación tiene los políticos que se merece? Pues espero que no aplique también a la televisión, o vamos apañados, porque con ZP, Rajoy y la cohorte de parásitos de unos y otros ya tenemos bastante.

Como sé que son ustedes de mi misma opinión, he decidido traerles una recomendación de esas que se agradecen. Algo en lo que puedan entretenerse frente a la caja tonta sin sentirse como si estuvieran comiendo basura en un estercolero. La serie que les propongo hoy, The Wire, ostenta al parecer el título de mejor serie de ficción de la televisión, en clara disputa con Los Serrano Soprano (perdón, lapsus mortal), a decir por los entendidos. Ya sé que carecemos de memoria, y me abstengo de decir si es o no la mejor serie de todos los tiempos, pero desde luego, no tengan ninguna duda de que es una de las mejores cosas que he visto.

Incluyendo el cine.

Che, El Argentino

La semana pasada, tras algunos meses de ausencia, fuimos al cine a ver Che El Argentino, protagonizada por Benicio Del Toro, dirigida por Steven Soderbergh y precedida, como se habrán dado cuenta, por un impresionante despliegue publicitario. En general las críticas que había oído y/o recibido eran bastante buenas, lo que nos hizo animarnos a verla, aunque una vez vista, discrepo profundamente de ellas.

Mi impresión tras ver la película es que la gran parte del mérito de ésta recae en el parecido físico que existe entre el protagonista y el Che Guevara, sin dejar de lado no obstante una impecable interpretación por parte de Benicio Del Toro, y el papelón que hace Demian Bichir como Fidel Castro, en algunos momentos realmente memorable. Esos son, a mi parecer, los principales y únicos elementos a destacar de la película, y no porque sea mala (ya que técnicamente no lo es), sino porque es fría como un témpano; es lo más parecido a un documental sobre los inicios de la revolución castrista. No ahonda, como sería de esperar dado su título, en las motivaciones y personalidad del Che, sino que se queda muy en la superficie y pasa de largo, como si no fuese con ella. Por el deseo del director de mantenerse alejado de posicionamientos políticos y adoptar un planteamiento neutro, la película adquiere desde el principio un (erróneo) tono aséptico que la hace fracasar, la vacía de contenido, y arranca de raíz cualquier emoción que los fundamentos ideológicos de la revolución castrista o la figura del protagonista pudieran despertar en el espectador. El Che es un guerrillero más en una guerra de guerrillas, y eso es todo lo que hay.

En definitiva, tanto la acción que se desenvuelve en película como el personaje del Che resultan en todo momento muy distantes, y cuando sales del cine, no queda nada más que un ¿Vale, y? Soderbergh no se moja, y como consecuencia de ello, la película no transmite nada, no deja nada en el espectador; quizá debería haber optado por hacer algo más sencillo y que careciese de planteamientos políticos de fondo, si lo que pretendía era no entrar en ellos. Mi recomendación, obviamente, es que prescindan de verla, y más al precio que está el cine.

The Office (NBC)

Hace unas semanas que empezamos a ver la versión estadounidense de The Office, casi sin darnos cuenta. Tras casi dos temporadas, ignoro qué tal será la versión original inglesa, pero esta es muy buena. Muy buena. Y por eso mismo, me resultaba curioso que Cuatro la Sexta hubiese decidido programarla después de Buenafuente a las tantas de la madrugada, y así se lo hice saber a Laura. Me contesté yo solo.

La realidad es dura: esta serie no es apta para todos los públicos. No se trata de "discriminación intelectual", pero es un hecho que hay gente incapaz de entender el humor negro, o gente que prefiere Lina Morgan a los Monty Python. Quizá usted sea de esos.

Si no lo es, The Office le gustará.