Veintiocho más uno, o veintinueve

Tenemos la costumbre de decir que mañana es el día que nos encontramos, por decirlo de alguna manera, al despertamos por la mañana o cuando quiera que nos levantemos del, habitualmente, descanso nocturno. La siesta no cuenta. Aún no me he acostado, por lo que según eso aún no es mañana. A pesar de ello, técnicamente, mañana puede considerarse como el intervalo de veinticuatro horas que empieza a las doce de la noche de cada día. Así que, estrictamente, hoy ya es mañana (¿?), así que entre pitos y flautas me complace anunciar que hoy y mañana es mi cumpleaños.

¿Qué cuántos?

Y no tengo nada más que decir por el resto de hoy. Quizá mañana diga algo, aunque a estas alturas, ya no tengo demasiado claro, qué es hoy y qué es mañana. A todos vosotros, Feliz feliz no cumpleaños les doy les doy. Ale, buenas noches y hasta... pues eso, que buenas noches.

(Sí, ya sé, para el post del día de mi cumple podía haber pensado algo mejor, pero qué queréis, ¡es mi cumpleaños!)