Que no cunda el pánico

¿Se acuerdan del concurso de blogs organizado por el periódico 20minutos el año pasado? Supongo que si estaban ustedes por aquí hace algo más de un año, será que sí. Me apunté, me publicité, pedí el voto, les escribí una bonita carta a la que contestaron, y me metí con los unos y los otros. Al final, como ustedes y yo esperábamos, no gané. Pero me lo pasé bien.

El caso es que este año, ha vuelto con algunos ligeros cambios. El principal, que sólo pueden votar los que se han apuntado previamente como autores de algún blog, requisito imagino introducido con el objeto de limitar el trampeo que imperaba en la edición del pasado año, pero que ha traído otros inconvenientes. Ya saben ustedes que tengo un narcisismo desbordante y me considero, con razón y objetivamente, parte de la florinata (¿?) de la blogosfera, a pesar de lo que mis estadísticas y Technorati dicen. No está hecha la miel para la boca del asno, se comenta.

También es verdad que pienso que la mayoría de los blogs, con -por supuesto- excepciones, son básicamente una bazofia, por ser finos. Las cosas como son. Y ya lo sé, doy un poco de asco. Pero esa es la razón por la que apenas leo blogs, lo que reduce drásticamente la posibilidad de recibir votos por parte de otra gente. Y no me va eso de yo te voto y tú me votas, y menos eso de hola me gusta mucho tu blog si te voto visitas mi blog y si te gusta me votas ¿eh? (vale, lo que tú quieras, pero no, no me gusta tu blog). Así que este post es simplemente para tranquilizaros porque esta vez, de verdad, no os pediré vuestro voto.

Este año, sólo os pediré dinero.