Carcalín (Buñol), 12 de octubre

Este pasado martes, aprovechando la fiesta nacional y a pesar del mal tiempo, Alex Ana y yo volvimos a salir, aunque en realidad sin demasiadas esperanzas de poder hacer algo; la previsión del tiempo aseguraba lluvias y a diferencia de otros días, esta vez no parecía que el tiempo nos fuese a respetar. Sin embargo, ignoramos las previsiones meteorológicas y nos dirigimos a la zona de Carcalín, en Buñol. La manera de llegar a la zona no tiene demasiadas complicaciones. Entrando en Buñol desde Valencia por la A-7, pasamos la gasolinera y el Lidl que hay a la entrada, dejamos atrás la estación de tren y en la pequeña rotonda que hay seguimos recto, hasta que la calle hace una curva. En ese punto se gira a la izquierda, y se sigue la calle que va más a la derecha, que se llama calle del Doctor Fleming. Continuamos por esa calle, y al final giramos a la derecha (como punto de referencia, en esa esquina hay un bar). Continuamos por esa carretera mientras vamos saliendo del pueblo, y kilómetro y pico después llegamos a una curva de 180º, unos metros después de una fuente que hay al lado de la carretera. En caso de que vayamos a la Jarra, seguiríamos bajando por la carretera, pero en este caso subimos por un camino que parte justo en la propia curva.

Hay que seguir ese camino asfaltado unos 2km, hasta que se llega a una curva en la que hay una pequeña explanada a la derecha y otra más pequeña a la izquierda. En este punto es donde hay que dejar el coche, y seguir andando por una carretera de tierra. Tras algo menos de cinco minutos andando, la carretera se convierte en una senda que pasa entre la pared y una barrera artificial construida con trozos de vía, cuyo propósito es (asumo) evitar que las rocas de posibles desprendimientos caigan a las vías del tren, que pasa por debajo. Seguimos por la senda, que comienza a bajar, y poco después comenzaremos a ver las chapas en la pared. A partir de ahí, ya se trata de buscar las vías que uno prefiera, para lo que es muy recomendable por no decir imprescindible la Guía de la Sierra Malacara.

En nuestro caso, bajamos hasta el sector Corral de Cabras, donde calentamos con La Sensillica, un IV+ sin complicaciones. No había acabado de bajar cuando comenzó a llover, así que nos fuimos al sector Techo del Corral, donde al menos no nos mojábamos. Allí, aprovechando un par de colchones que encontramos, comenzamos a estudiar la vía El lado oscuro, un 8a+ que aunque está totalmente fuera de nuestras posibilidades, tenía dos o tres chapas antes de llegar al techo que parecían asequibles.

Lo primero que hicimos fue intentar subir la vía hasta la segunda chapa (la primera la vimos minutos después), para ver qué grado de "asequibilidad" tenía aquello. Tras ver que podíamos intentarlo, nos atamos la cuerda y conseguí montar la segunda chapa. Tras varios intentos infructuosos por llegar a la siguiente, Alex probó pero tampoco tuvo éxito, por lo que continuamos un rato más y acabamos dejando un maillon que quizá una semana después aún siga allí.

Tras esto, decidimos quitarnos el arnés y comenzar la parte que habíamos montado, pero esta vez desde el suelo. Así estuvimos quizá hora y pico, y acabamos agotados.

Para acabar, aprovechando que había dejado de llover, volvimos al sector Corral de cabras y Alex consiguió encadenar Tita la fisurita, un 6a que (él) llevaba tiempo queriendo montar, y que yo intenté pero mis brazos no daban más de sí y tuve que abandonar. Finalizamos la mañana probando Els bunyolers, un 6b que apenas pudimos comenzar (yo especialmente).

Tras esto, recogimos los trastos y volvimos a casa, con la lluvia sin dejar de caer.