Borregos 'r' us

Como es posible que sepan, una de las muchas críticas que se le hacen al llamado mundo occidental -o civilizado, si quieren, y no diré nada al respecto- en su "relación" con el también llamado Tercer Mundo -o subdesarrollado, si quieren, y aquí tampoco diré nada al respecto- es que les proveemos de alimentos pero no les dotamos del conocimiento y la tecnología que les permita cultivarlos por ellos mismos. Claro que aunque lo hagan, luego no dejamos que les salga rentable vendérnoslos, pero de eso ya hablaremos otro día.

Bien, pues algo parecido he pensado hace un rato al leer esta noticia sobre la nueva campaña de prohibición de publicidad del alcohol destinada a los jóvenes. Supongo que en lugar de educar a las personas a tomar decisiones por sí mismas, en lugar de proveerlas de un aparato crítico para que puedan pensar por sí mismas, resulta mucho más sencillo y conveniente decirles lo que pueden hacer y lo que no mediante un divertido sistema de prohibiciones. Mejor mantener agilipollada a la población -toros, fúrgol, OT, Gran Hermano y olé- que plantearse qué es lo que se está haciendo mal para que, por ejemplo, el consumo de cocaína entre los menores se haya disparado, o un chaval de quince años beba tres cuatro o cinco veces más alcohol que yo cualquier fin de semana (les doy una pista: entre otras cosas el sistema educativo actual es una mierda, y eso no crean que implica que el anterior fuese excepcional). ¿Conocen aquello de matar moscas a cañonazos? Pues eso.

No es cuestión de victimizar a la juventud sino de hacer una mínima reflexión, aunque como siempre les digo, una persona que piensa se convierte en un potencial problema, y por supuesto eso no interesa a nadie. Se vuelve peligrosa.

Creo que ya se lo he dicho, pero estaré en Sassari hasta el miércoles que viene, así que si alguien desea algo, tendrá que esperar un poco. Sean buenos mientras tanto.