Un hombre bajo los efectos del hastío

Como dueño de este blog que soy os debo una explicación y esa explicación que os debo, como dueño de este blog que soy, os la voy a dar. Digo. Comentaba hoy mablog en un comentario que el blog este está muy flojo últimamente, y no puedo estar más de acuerdo, aparte de que se agradece la sinceridad. Uno nunca sabe si el blog le parece una mierda porque está negativo, o es que realmente el blog es una mierda. Y en el caso opuesto, lo mismo. Como muestra de lo que nos comentaba mablog sirve esta entrada, totalmente vacía y carente de sentido por sí misma. Para excusar este indiscutible hecho y rellenar un poco, podría darles multitud de razones por las que la calidad de los posts brilla por su ausencia. La primera, que estoy escribiendo la próxima novela del siglo y no me queda tiempo para más, lo que es mentira porque lo que es escribir, escribo más bien poco y además no se me da lo suficientemente bien para apuntar tan alto. La segunda, que simplemente no se me ocurre nada, y puesto que me siento obligado a proporcionarles contenido (a ustedes), yo sigo escribiendo, pese a quien pese; y esto es la bazofia que sale como resultado de escribir sin pensar. Bien, aquí ya empieza a haber algo de realidad. La tercera razón podría ser la falta de tiempo, y esa ya está definitivamente mejor encaminada. Y no se trata únicamente de que tengo menos tiempo para escribir, sino que al tener menos tiempo para todo en general, duermo menos y tengo menos ideas, y pueden seguir ustedes con la argumentación hasta donde gusten. La cuarta razón, y entramos en el terreno de las certezas irrefutables, podría ser que me he dejado el café a causa del estrés y otras maldades (sí, como lo oyen, ahora sólo lo tomo descafeinado), y eso me está afectando negativamente; ya ven que mierda. Y la quinta y última razón es, con toda seguridad, que con la cabeza dentro de un hoyo, las cosas se perciben diferente, cuando se perciben; en general todo despierta menos interés, tiene menos colores y se escucha amortiguado. Es después de todo lo normal si va uno metiendo la cabeza en bujeros.

Para que no se quejen, les voy a poner un ejemplo. Verán. En la última semana he visto cuatro películas, y ninguna de ellas me ha despertado el suficiente interés como para hacerles una pequeña reseña, cuando antes les hacía una crítica, mejor o peor, de cualquier cosa parida que se pueda ver en televisión o cine, con su imagen correspondiente. Y eso que en este caso, todas ellas tenían su puntito que facilitaba el comentario; Zodiac, por ejemplo, es una gran película y se merecería una entrada para ella sola. En el extremo opuesto estaría Planet Terror, que por muy road movie que vaya etiquetada y mucho nombre "Robert Rodriguez" que lleve adosado, que algo así haya recibido tantas alabanzas es para mear y no echar gota; ya saben a que me refiero. También podría haberles hablado de En la cama, pero para qué les voy a mentir, no estaba con ganas de ver una película en la que un hombre y una mujer se pasan hora y media hablando en la cama de una habitación de hotel... así que ví sólo las escenas de sexo, y tampoco son para tanto. Y por último, también podía haber escrito algo sobre María Antonieta, la película de Sofía Coppola basada en la vida de la susodicha, que tanto revuelo levantó en Cannes por combinar música actual con ambientes de la corte francesa del siglo dieciocho, y que no es en realidad nada especial.

Así que vean todo lo que podía haberles contado pero no les conté. En lo sucesivo, si les parece, y siguiendo mi tónica habitual de anticipar cosas que nunca acabo cumpliendo, vamos a hacer una cosa: yo escribo si tengo algo que contar o si se me ocurre algo que considere imaginativo o ingenioso, y si no, no escribo. Así yo dispondré de más tiempo libre y libertad para pensar (que siempre viene bien), y ustedes agradecerán poder leer algo con sustancia en lugar de las tonterías insípidas que tanto abundan últimamente.