Stalingrado

Me encanta vivir en una ciudad donde la gente se toma en serio sus responsabilidades civiles. Valencia, domingo, ofrenda de la Virgen de los Desamparados. Las nueve de la noche, y vuelvo de ver el partido con Óscar. La idea consiste básicamente en llegar al metro, pero para ello hemos de atravesar -en principio- la calle San Vicente, aunque aparentemente sea más difícil que el asalto a Stalingrado. Recorremos la calle, buscando una brecha en las defensas, compuestas en su mayoría por fervientes abuelas católicas, sentadas en sillas dispuestas ordenadamente en ambas aceras y dispuestas a matar por un buen sitio. Cuanto amor se respira. Hemos perdido la otra mejilla.

De repente, un rayo de esperanza. Divisamos un pasillo sin defensas y decido que vale la pena arriesgar nuestra integridad física. Únicamente dos espaldas nos separan de la libertad o de ser despedazados, quien sabe si figurada o literalmente. Golpeo suavemente una de ellas. Nada. Un poco más fuerte. Nada. Pongo mi mano sobre su hombro. Nada. Me pregunto si esta mujer posee sensibilidad en su hombro. En ese momento, el otro sujeto me dirige un Me han dicho que por aquí no pase nadie, y a continuación se gira y me ignora; el maniquí ni siquiera se inmuta (creo que está muerta).

¿Me han dicho? ¿Quién coño le ha dicho? ¿Me enseña su placa, por favor? ¿Pertenece usted a los cuerpos de seguridad del Estado? ¿Los Geos? ¿Es usted de la secreta quizá? ¿Guardia Civil? ¿Policia de incógnito? ¿Cuerpos antiterroristas? ¿Me dice si no le importa quien es usted para impedirme a mi cruzar la calle? Porque no veo que usted tenga ninguna autoridad. Ninguna en absoluto. Así que aparte su culo, pobre viejo infame e ignorante, y permítame ejercer mi puto derecho a cruzar la puta calle cuando y por donde me de la puta gana.

Por suerte o por desgracia, soy mejor persona de lo que mucha gente se merece, así que en lugar de eso, pongo cara de póker, adopto una postura conciliadora y decido ignorar al hombrecillo. La procesión debe encontrarse en su momento álgido, al parecer. Yo es que no entiendo de esas cosas, pero quién sabe. En definitiva, media hora más tarde y quizá un kilómetro más lejos, conseguimos cruzar al otro lado con éxito.

(Coming out of my cage / And I've been doing just fine / Gotta gotta be down / Because I want it all / It started out with a kiss / How did it end up like this? / It was only a kiss)