Sentido común

Al parecer, el tema de las caricaturas de Mahoma está trayendo cola. La posición oficial de este blog es que hacer este tipo de gilipolleces, sin haber ninguna necesidad, tal y como están las cosas, y están algo jodidas, no es cuestión de libertad de expresión, es cuestión de sentido común. Siendo como está el mundo falto de sensatez, no estaría de más que algunas personas viesen un poco más allá de su autoproclamada superioridad moral y cultural, que es, básicamente, lo que hay detrás de todo esto.

Porque los medios de expresión occidentales son los primeros en manipular y censurar la información que difunden, porque a nadie se le ocurre ir llamando gilipollas a los demás porque le da la gana escudándose en su libertad de expresión (y dibujar a Mahoma con una bomba por turbante es algo infinitamente más serio para muchas personas), y porque si mañana un hijo de puta se inmola en el centro de Copenhague, en el centro de Londres, en el centro de París, dios (nota: soy ateo) no lo quiera, alguien va a tener que explicarle a los muertos dónde ha ido a parar su puta libertad de expresión.

Esto, obviamente, no pretende excusar ni justificar ningún tipo de actitud violenta, la cual, por otra parte, debería hacer pensar un poco a toda esa parte de la izquierda progre europea que vió en los atentados de las torres gemelas del 11-S un se lo han buscado (y con los que, para ser sincero, yo en aquel momento, y de alguna forma, me alineé) en relación a la posición estadounidense en el problema palestinoisraelí. Quizá ahora no mantengan la misma opinión.

Un poco de sentido común, señores, por favor, o dicho con otras palabras: ¿a qué coño estamos jugando?

-

Para evitar cualquier tipo de malentendidos, la dirección de este blog quiere aclarar que la condición de hijo de puta anteriormente mencionada viene dada por su condición de asesino, y en ningún caso por razones de sexo, raza, edad, nacionalidad, religión o afiliación política. Que aquí también semos políticamente correctos.