Dinero ¿fácil?

No sé si han visto o conocen ustedes el programa El juego de tu vida de Telecinco, que se emite en La Siete (que es para lo que algunas cadenas conciben esto de la TDT: para reponer antiguos contenidos). El programa concurso sigue la pauta habitual en la cadena de Vasile, esto es: morbo, morbo y más morbo. La única ventaja, si quieren verlo así, es que Belén Esteban no aparece, y vista la zafiedad y estupidez innata a la individua, eso es siempre un punto muy grande a favor.

El formato del programa, presentado por Emma García (menudo carrerón el de esta chica, entre esto y "eso" llamado Mujeres y hombres y viceversa), es el siguiente: los concursantes que desean participar se someten a una ronda de 200 preguntas conectados a un polígrafo, lo que en teoría indica si mienten o no. Tras esto, a aquellos a los que se les puede sacar más "jugo", acaban sentados en el programa, donde tienen que contestar a una selección de 21 preguntas, y donde la respuesta debe ser la que según el polígrafo corresponde a la verdad. Las preguntas se dividen en varias fases, donde el dinero que se gana tras una fase es significativamente superior al anterior, hasta los 100.000 euros finales. En cualquier momento el concursante puede plantarse, y se lleva el dinero ganado hasta el momento (es decir, lo que consiguió al completar la fase anterior), pero si se le pilla en una "mentira", es decir, con una respuesta diferente de la que el polígrafo indica que debería dar, pierde todo lo ganado.

Ni que decir tiene que las preguntas son especialmente escogidas para sacar cuanta más mierda mejor, y créanme que la basura que sale a la luz no suele ser peccata minuta; es de suponer que los afectados por las respuestas del concursante conocen todo o casi todo lo que se va a decir, porque en caso contrario no entiendo como en ocasiones continúan sentados y con una sonrisa en la boca. Especialmente hacia el final, las preguntas están pensadas para que el concursante no tenga claro qué respuesta dio en la fase del polígrafo, al estar basadas en creencias o intuiciones sobre las que una persona puede no estar convencida en absoluto. Además, a decir por algunas referencias, el uso que se hace de esto del polígrafo no está tan claro. Claro que esto no es Redes, así que nada de qué sorprenderse.

Para acabar, lo mejor —o lo peor, en realidad— de todo (y la razón de esta entrada, pero ya ven, me he liado), es ver hasta qué punto la gente es capaz de soltar mierda por la boca por cuatro míseros duros, adjetivo en este caso especialmente apropiado. Directamente de la web de Telecinco:

La estructura del concurso se divide en cinco fases. Las primeras seis preguntas integrarán el primer nivel: la sinceridad del participante le reportará 1.000 euros. El segundo nivel estará compuesto por cinco cuestiones y estará dotado de un premio de 3.000 euros. El tercer grado de dificultad constará de cuatro preguntas, cuyas respuestas serán recompensadas con 5.000 euros. Tres preguntas conformarán el cuarto nivel, que tendrán un premio de 10.000 euros.

Es decir, que para ganar 10.000 euros hay que contestar a 18 preguntas sobre todo tipo de prejuicios, intimidades sexuales, laborales, familiares y cualquier cosa que puedan imaginar. No sé si las preguntas están pactadas o si en ocasiones el propósito del concursante es comenzar una nueva vida (a veces esa parece ser la única razón lógica), pero si no es así, es inaudito hasta qué punto puede llegar la gente por ganar (no demasiado) dinero. Claro que como les decía antes, nada de qué sorprenderse.