Viva el dosmilseis

Ya tengo mi primer regalo del año en curso. Bueno, en realidad tengo dos.

El primero es un intermitente tictictictictictic en lugar del anterior, y mucho más monótono, tic-tac-tic-tac-tic-tac. Donde va a parar, prefiero el nuevo, que tiene mucho más ritmo, si no fuese, por supuesto, porque mucho me temo que su nueva cadencia sólo significa que en lugar de dos, ahora sólo funciona uno de ellos. Caprichoso que es uno... Aunque intuyo -espero- que no será tanto, en cualquier caso, señor dosmilseis, gracias.

El segundo regalo es aún mucho más divertido, y se llama This drive is in inminent danger of permanent failure. Este suena mucho mejor que el anterior, por aquello del inglés y la poliglotía. Para aquellos no duchos en esto de la informática, básicamente significa Cuenta hasta diez y olvídate de tu ordenador y de todo lo que tienes dentro. Confieso que hacía mucho que no me regalaban nada en inglés, y este regalo me ha hecho mucha ilusión. Casi no duermo de la ilusión y la alegría que me llevé anoche. Vamos, tanta tanta tanta, que creo que del subidón que me ha dado, me voy a comprar unos cuantos deuvedés (¿no dije yo que no quería deuvedés para reyes? ¡Pues mentía!) vírgenes —jurl jurl—, me voy a hacer una copia del sistema y me voy a comprar un disco duro nuevo, ahora que me siento espléndido y vital. Y es que no hay nada como tener dinero.

Y después de esto, estoy ansioso por ver qué nuevas sorpresas me depara este año que empieza. Menos mal que lo he cogido con ganas, sino estaría ya al borde del suicidio... ains...