Los 4 Fantásticos y mis 6 euros

Vengo de ver Los 4 Fantásticos en Kinépolis. Si, ya se que la entrada parece de Valiant, pero no, fíjate bien. Incidir antes de nada, como ya he hecho otras veces, en lo perjudicial que resulta para mi salud física y mental, en infinidad de sentidos, ir a un cine que se encuentra al lado de una discoteca frecuentada por niñas cuya edad está en torno a los veintidós años. Tras esto, centrémonos. La peli va de cuatro (cuántos sino) tipos, bueno, tres tipos y una tipa, que tienen poderes -sí, por eso se llaman fantásticos- y luchan contra un malo, que claro, también tiene poderes. Uy, acabo de destripar la película. ¡Vaya! ¡Pero que pena, con lo complicado que es el argumento!. En una frase, la película es buena, muy buena. Quizá con diferencia la mejor que he visto este año.

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Pues no. La película es mala. Muy mala. De verdad, no miento; a mi que os gastéis u os dejéis de gastar seis eurillos, pues ni me va ni me viene. Alguna escenilla espectacular -pero sin pasarse- y poco más. A los cinco minutos de empezar ya se adivina: la ambientación, los actores, los títulos del comienzo, las conversaciones... malo malo. Malo. Estos de la Marvel haciéndose de oro a mi costa. Vale, que sí, que es un cómic, pero oiga, que Batman también lo es y su peli era más que pasable.

Suelo ser poco exigente con las películas. Generalmente, a no ser que sea un bodrio, me gustan todas. Algunas me gustan más y otras menos. Pero esta... ¡es que es muy mala, joder!. ¡Seis euros!. ¡Seis! (6). Ay...

Y si dicen que segundas partes nunca fueron buenas, agarráos, que la secuela va a hacer historia.