El Corte Inglés

El otro día estuve en El Corte Inglés. Pero como esa visita en concreto no me da para un post ni de coña, pues les voy a contar más cosas. Atiendan, que esto va a ser mortal de aburrimiento. El Corte Inglés. No sé exactamente de dónde procede el éxito de este establecimiento, aunque imagino que una buena parte viene de la fidelidad que ha creado la antigüedad de su política "si no queda satisfecho le devolvemos su dinero" sin pedir explicaciones, además de por lo general una impecable atención al cliente. En este sentido, admito que suele ser una de las primeras tiendas que visito cuando busco algo, a pesar del incremento de precio que ello puede suponer.

Ahora bien, como es habitual, y puesto que -de momento- no me pagan para que les haga propaganda gratuita (y ya he hecho bastante), no es oro todo lo que reluce. Por ejemplo, incomprensiblemente, El Corte Inglés solicita los datos personales para realizarte una devolución en efectivo, sin que estén presentes las condiciones para ello (la leyenda que cita tus derechos ARCO, o los destinatarios de los datos, por ejemplo) ni en mi opinión tal cosa sea necesaria. Ya rellené por ello una hoja de reclamaciones hace unas semanas, tras oír tres razones diferentes por las que esto se hace. La primera por parte del dependiente, la segunda por parte de su responsable, y la tercera por parte de la dependienta atención al cliente de la tienda. Poco tiempo después una persona de Atención al Cliente se puso en contacto conmigo para pedirme disculpas. Bueno, vale, aceptamos barco... hasta la próxima vez.

Otro problema que tiene este establecimiento -que es la motivación real de esta entrada pero que llega dos párrafos tarde- y que probablemente es la causa de que como tiendas como Fnac o La Casa del Libro le hayan comido terreno, es la falta de especialización de algunos dependientes en relación al producto que venden, aunque es cierto que esto pasa únicamente en departamentos concretos. Es decir. El pasado sábado estuve a última hora de la tarde comprando cable y otros accesorios de ferretería. La verdad es que yo, todo sea dicho, de todo eso entiendo más bien poco o nada. Sé lo que es un taco del cinco y pare usted de contar. Pero es que la chica que me atendió, pues desgraciadamente entendía más o menos lo que yo, y claro, así pues como que no. Otro caso bastante ejemplar es el tema de los discos. Si vas buscando algún disco específico que no pertenece al grupo de artistas "grandes éxitos", lo más probable es que alguien que probablemente no sabe de qué le estás hablando -exceptuando la sección de clásica-, intente venderte un disco de ese artista pero que puede estar diez años por encima o por debajo del que tú estás buscando. Ah. Y si no lo tienen, o no existe, o no ha salido.

Y oigan, así, como que no.