Breve, nueve

Pues no, la verdad

Hace algo más de un año que no paso por aquí. El día de esa última visita fue el 26 de noviembre de 2018. Como suele decirse, ha llovido mucho desde entonces.

Apenas dos semanas después de esa última entrada volví a Nueva York unos días, para acabar de rematar los últimos flecos de un proyecto en el que habíamos estado trabajando durante 2018. De hecho, es justo allí donde estaba hace exactamente un año, el 12 de diciembre de 2018.

12/12/19 a las 20:20, en la 42 con la 2ª con el edificio Chrysler al fondo

Fue en esa misma visita cuando compré la postal de la imagen, aunque no recuerdo si fue en el Chelsea Market, en una tienda junto a la pista de hielo de Bryan Park o en Grand Central. Creo que fue la primera opción, pero tampoco importa mucho, en realidad.

Desde que llegó a casa, la postal ha estado apoyada en el lomo de los libros de la estantería del comedor, cerca de las copas de vino, por lo que, ya fueras a coger una copa de vino o un libro, no quedaba otro remedio que leerla.

A pesar de lo positivo del mensaje, 2019 no ha sido nuestro año. No ha sido el peor de los años, pero tampoco uno que vayamos a recordar especialmente por las cosas fantásticas, maravillosas y fabulosas que nos han ocurrido. Simplemente, ha sido un año más que ha pasado sin pena ni gloria.

No sé, quizá el error fue no haberla enviado. Para eso son las postales, supongo.

Sin embargo, quedan 19 días para acabar el año. Todavía queda esperanza.