Gutiérrez, el culo

El pobre Gutiérrez ha sido toda su vida un empleado modelo. Serio, puntual y obediente. Tan obediente que por sugerencia de sus jefes sucesivamente se había cortado las uñas, el pelo, las orejas, la nariz, los pies, las manos, las piernas, los brazos, la cabeza, los hombros, el pecho, el abdomen... hasta quedar reducido finalmente a un culo. Simplemente. Un culo obediente, que no hacía mucho, es verdad, pero tampoco molestaba a nadie. Hasta que ayer lo mandaron llamar de Dirección.

Lo siento —dijeron. Necesitamos la silla.

 

Este post es (fue) una colaboración de Futuro Perfecto, un blog por el que siento, como quizá ya haya dicho en alguna ocasión, cierta admiración. Las circunstancias de esta colaboración fueron especiales, ya que de lunes a jueves, intercambié, sin hacerlo público, este blog con el suyo. Pueden encontrarse más detalles de la colaboración aquí, y el post que yo escribí, en la entrada correspondiente a ese día.

Pensamiento y duda

Pienso.
Sigo pensando y se me ocurre pensar que estoy pensando.
Me imagino a mí mismo pensando y también me imagino pensando que estoy pensando.
Y me imagino recordando que estuve pensando que pensaba.
También me imagino pensando que ya he pensado que me imaginaría pensando que ya había pensado que pensaba imaginarme pensando que pensaba.

Y después, dudo.
Y sigo dudando y se me ocurre dudar que estoy dudando.

 

Este post es (fue) una colaboración de Futuro Perfecto, un blog por el que siento, como quizá ya haya dicho en alguna ocasión, cierta admiración. Las circunstancias de esta colaboración fueron especiales, ya que de lunes a jueves, intercambié, sin hacerlo público, este blog con el suyo. Pueden encontrarse más detalles de la colaboración aquí, y el post que yo escribí, en la entrada correspondiente a ese día.

Sábado noche

El sábado no vi ningún semáforo rojo, ni ninguna calle cortada por obras. No vi a ningún hombre cansado vendiendo dvds grabados, ni intentando lavar el parabrisas limpio de mi coche. Tampoco ningún taxista me explicó la política internacional. Ni vi hordas de chicos y chicas bebiendo hasta caer desmayados. Ni vi mujeres que cobran por hacer el amor. Ni viejas solitarias que se dejan toda su pobre jubilación en las máquinas tragaperras y después se quedan hasta que cierran el bar.

No vi nada de eso. Porque me quedé en casa viendo la tele.

 

Este post es (fue) una colaboración de Futuro Perfecto, un blog por el que siento, como quizá ya haya dicho en alguna ocasión, cierta admiración. Las circunstancias de esta colaboración fueron especiales, ya que de lunes a jueves, intercambié, sin hacerlo público, este blog con el suyo. Pueden encontrarse más detalles de la colaboración aquí, y el post que yo escribí, en la entrada correspondiente a ese día (existe un director's cut de mi colaboración aquí).

Juego

Hace un tiempo me regalaron un juego que en principio me pareció muy divertido. A partir de unos elementos muy básicos podías hacer lo que quisieras. Todo dependía de tu creatividad. Yo en unas seis horas creé el cielo, la tierra, los animales, las plantas y todo lo demás. Después me dormí una siestecita y se me ocurrió crear un personajillo a mi imagen y semejanza. Y como vi que no hacía nada más que comer y dormir le puse otro personajillo complementario para que le diera caña. Al principio parecían llevarse bien pero al poco tiempo me tuve que cabrear porque no cumplían las reglas del juego. Entonces los quité del tablero original, pero empezaron a multiplicarse a tal velocidad que me asusté e intenté eliminarlos con una inundación. Aún así, se salvaron algunos y volvieron a empezar. Al poco tiempo, otra vez lo mismo... guerras, traiciones y miserias. Entonces vino mi hijo y me dijo: "Que divertido... ¿Puedo jugar?" Y yo le dije: "Ok" y lo metí en el juego, pero va un hijoputa que se hacía pasar por su colega y lo traiciona y lo acusan de terrorista y lo torturan y después lo entierran. ¡Menos mal que me di cuenta y lo saqué volando de allí!

Yo ahora paso del juego. Ya no me hace nada de gracia. Me aburre. Creo que lo tengo por ahí tirado. No se dónde.

 

Este post es (fue) una colaboración de Futuro Perfecto, un blog por el que siento, como quizá ya haya dicho en alguna ocasión, cierta admiración. Las circunstancias de esta colaboración fueron especiales, ya que de lunes a jueves, intercambié, sin hacerlo público, este blog con el suyo. Pueden encontrarse más detalles de la colaboración aquí, y el post que yo escribí, en la entrada correspondiente a ese día (existe un director´s cut de mi colaboración aquí).