Atiende

Sólo duelen al principio, solo al principio. Tranquilo. Ya tienes una idea de cómo es esto, así que intenta no ponerte nervioso; los primeros duelen, pero después la cara se te anestesia y no sientes nada, tan solo un impacto y los dos segundos de aturdimiento que le siguen. Pues bien, mírame y presta atención: ese es el momento que tienes que evitar, porque es el más peligroso de todos, ese en el que tu cabeza no es tuya sino suya. Y si le dejas, te la machacará sin piedad, así que cuando te alcance, échate hacia atrás, pégate a él, escóndete, desaparece, haz lo que sea, pero por el amor de Dios, no dejes que te vuelva a golpear, porque si eso pasa, con la izquierda que tiene este tipo, se te va a comer con patatas.