Jérica (again) & Chulilla

Este fin de semana tocó (por enésima vez) Jérica —sábado— y Chulilla —domingo—, a la que hacía demasiado tiempo que no volvía. El sábado me levanté bastante aletargado y algo cansado, probablemente debido a la falta de horas de sueño y cansancio que acumulo a lo largo de la semana, ya sea por trabajo o por entrenamiento, aunque intuyo que más por lo primero que por lo segundo. No le falta razón a Laura cuando dice que debería descansar y dormir más, pero a veces esto es lo que hay. El caso es que a Jérica acudimos únicamente Raquel y yo, y nos lo tomamos con la necesaria calma en la Pared de Enfrente, aprovechando que el sol todavía permite pasar la mañana allí. El sector escogido fue Instints Primates (izquierda), donde encadenamos Conan el bombero (V/+), Kagamandurrio (6a+, 6b según reseña de Luis Alfonso) y Kartapacio/Kartapasión (6a), tres vías de placa características de Jérica, especialmente en la Pared del Castillo.

Tras este breve calentamiento, nos movimos hasta la parte derecha de Huajalotes, ya que Raquel tenía unas cuentas pendientes con Tantaguasa. Esta es una vía de unos 20m de longitud con agarres bastante lavados y una primera parte (2/3) ligeramente desplomada que te va cargando los antebrazos poco a poco y que evita que llegues al paso clave de la vía en condiciones. Tomando como base otras vías y las reseñas de Carlos Tudela, Luis Alfonso y alguna más, el grado estará entre el 6b+ y el 6c, aunque mi opinión es que más cerca del segundo que del primero. Si no recuerdo mal, le dimos tres o cuatro pegues cada uno, y aunque para el penúltimo intento había conseguido automatizar toda la sección del desplome, el paso clave no acababa de superarlo ya que cada vez lo intentaba de una forma diferente y no conseguía memorizar una secuencia concreta. Queda por tanto pendiente para un día más propicio en el que los brazos y la cabeza me lo permitan.

El domingo fue un día más propicio. Aunque inicialmente estaba planteado Montanejos, a última hora decidimos cambiar a Chulilla, una de las escuelas de referencia de la Comunidad Valenciana y en la que habíamos estado, si no recuerdo mal, únicamente tres veces. La razón no es ningún secreto y estoy seguro de que es la misma de muchas otras personas: no existen unas reseñas en condiciones e ir a la aventura cuando lo que quieres es escalar y hay otros lugares mejor documentados, pues como que no.

Las únicas reseñas que hay son, aparte de lo que se ha ido publicando en Desnivel, un pequeño librito "autoeditado" del 2008 (aunque sospecho que quizá sea más antiguo) que vale la friolera de 18 € para la mierdecilla que es (seamos sinceros), donde las fotografías dejan mucho que desear, cuesta horrores encontrar las vías, los grados son muy discutibles y todo apunta a que no han sido actualizados a la escala francesa sino a la vieja "escala Montanejos", faltan vías y sectores, apenas hay descripción de orientación, pie de vía, longitud de las vías, aproximación, etc. En definitiva, un lujo dereseña que quizá hace 15 años fuese válida, pero a la vista de lo que se está haciendo en otras escuelas, está evidentemente muy por debajo de lo que Chulilla, con más de 700 vías y muchos años de tradición a su espalda, se merece. Aunque el 13 de enero de 2011 alguien en el foro de caranorte decía que había una reseña en marcha y han habido rumores de que Pedro Pons puede estar trabajando en ella, más de un año después nada se sabe hasta la fecha y mucho me temo que tampoco se la espera.

El problema, como siempre, es que aunque pueda haber gente que gratuita y altruistamente ayudaría a elaborar unas reseñas decentes con la simple ayuda de alguien que le orientase con las vías y los sectores, siempre hay equipadores que no sólo no saben ni quieren elaborar una reseña, sino que además tampoco quieren que otros la hagan; ya saben, la eterna historia del perro del hortelano. Luego, cuando vienen otros de fuera y sacan una guía de calidad, vienen los lloros y lamentos. Al final la necesidad se acabará abriendo paso y con o sin la ayuda de los equipadores y les guste o no, alguien elaborará una reseñas decentes. Ya lo dije una vez: cualquier equipador debería asumir que la "su" escuela, mientras no se encuentre en una propiedad privada, es algo público y por tanto cualquiera tiene el derecho de publicar su propia reseña. Así que, tomando eso como principio, o haces tú como equipador una reseña que disuada a los demás de hacerla, o te apartas.

Dejando de lado este tema, durante la primera parte del día estuvimos en el sector Peñeta, donde empezamos con Pequeño gran hombre (6a, V según reseña), la mítica Annie Hall (V+/6a, V según reseña), Atzerimar (V+, V+ según reseña), y Alex y Óscar le pegaron a una vía ubicada delante de la roca gigante que hay en Peñeta, que será un 6a y que no he conseguido identificar en la reseña. Tras esto, Óscar volvió a Valencia y Alex y yo acabamos la mañana con Think drink, un 6a/V+ que tiene una salida de 6a+ y que abordé con más respeto del necesario al aparecer en la reseña como 6c (éste tiene pinta de corresponder al L2, ya que desde luego el L1 no es un 6c).

Cuando el calor ya comenzaba a ser insoportable, nos movimos al sector Fantasía donde a esas horas empezaba a dar la sombra. Comenzamos encadenando El reto del semilolo, una vía de unos 22m y pasos finos y algo raros en la que hace un año no había podido pasar de la tercera chapa (6b, 6a+ según la reseña). Luego encadenamos a vista una vía muy bonita de unos 26m cuyo nombre y grado no aparecen en la reseña "oficial" (ubicada a la izquierda de Kala Korum), pero que debe estar en torno al 6b o 6b+, aunque me pareció más fácil que la anterior quizá por pillarme ya caliente. Acabamos las vías de primero encadenando Verano del 97, otra vía de aproximadamente 26m con pasos finos y unos divertidos alejes entre chapas de al menos cuatro metros, con lo que en caso de caída el vuelo es casi intercontinental (el grado estará entre 6a+ y 6b, y 6a según la reseña).

Cuando ya estábamos a punto de irnos, vi que Héctor (aprox. 25m y 6a+, 6a según reseña "oficial") estaba montada y aproveché para practicar algo de escalada de velocidad, algo que me encanta. Según lo que marcaba el crono cuando bajé, calculo que la subí en aproximadamente tres minutos y medio sin ayuda de la cuerda (pero sabiendo que estaba ahí), disfrutando como un enano con algún paso semidinámico y evidenciando lo que me queda todavía por superar en el aspecto más psicológico. Poco a poco.

Para acabar, como siempre, unas fotillos de la primera mitad del día, protagonizadas por Alex "michelines", Óscar "escaladores contra el hambre", y Manolo "homeless". Las fotos son de Alex, aunque me he permitido el lujo de añadirles algún efecto que espero que el autor me disculpe.