Dimito

Estoy cansado. Cansado. De levantarme siempre antes que él, de estar siempre listo para lo que él quiera y cuando él quiera. De pasar todo el día esperándole, y que cuando por fin lo hace no me dedique más que unas pobres miradas. Harto de su narcisismo, de que me hable sólo para oír su propia voz, de vestirme como él quiere y de ser simplemente uno más en su vida.

En resumen, hasta las narices estoy de hacer todo lo que a él le da la gana. Dimito. Que se busque otro espejo, a la mierda.

 

(Texto publicado el pasado 23 de noviembre de 2005 como colaboración en Futuro Perfecto, el anterior blog de Nadie. Y es que no somos nadie.)