Buena suerte: reseñas

Blog Al calor de los libros (Enlace a la crítica)
Junio 2018

Es una novela dividida en tres partes: orden, entreacto y caos. Con pocos personajes, descripciones muy detalladas, y una trama que va de más a menos para volver a tener mucha intensidad hacia el final. Dando como resultado una buena historia que sorprende por comoplantea y resuelve los temas el autor, quien trata cuestiones sobre la condición humana, en base a la culpa, el castigo y el perdón. Lo que para nada deja indiferente al lector. Teniendo, además, algo de thriller psicológico que, sobre todo, más en la última parte, mantiene la tensión.

Se combinan dos historias, la de Marcus, un joven policía que vive con su pareja, Valeria. Y la de Alex, un adolescente rebelde que vive con su tío. Ambos (y otros personajes también) tienen en común pasados dolorosos, de esos que marcan el carácter de las personas, que hacen que seas de una determinada manera por aquello que hiciste una vez, y no puedes cambiarlo. Por lo que tu lucha interior nunca acaba. Y se convierte en una penitencia de por vida. De la que no consigues hallar perdón y te reconcome el sentimiento de culpa. Entonces más que vivir con ese peso dentro, se sobrevive.

Es interesante como inicia el libro con un suceso que parece sencillamente eso, un suceso y ya está, pero sin embargo es el clic que hace que estalle algo en el interior de Marcus, haciendo saltar alarmas, una tras otra, que despiertan a sus fantasmas del pasado. Y a partir de ahí construye un relato que va en paralelo junto con las vivencias de Alex. Sin embargo algunas casualidades hacen que los hechos que van sucediendo dejen la sensación de que el círculo puede llegar a cerrarse.

Además, el como va planteando las situaciones hace que no sea nada fácil intuir lo que va a pasar. Y a pesar de que las descripciones, en algunos momentos, hacen mas lenta la lectura, no importa mucho para que la trama resulte atractiva. Porque sobre todo la vivencia personal de Marcus plantea muchas preguntas al lector, ¿qué hubieras hecho ante una situación así? ¿Se puede vivir con algo tan pesado a tus espaldas?

Mª José Voltes, escritora
Marzo 2018

Iván García
Febrero 2018

Hoy han vuelto a cerrar las carreteras, está vez por viento, y aprovecho algunos momentos para leer. Este lo empecé en el aeropuerto y casi lo he devorado por completo. Tengo que confesar que no me esperaba algo así. Es ágil y oscuro. Manolo, puedes conseguir lo que quieras, sin ninguna duda. Aún teniendo paisajes a mi lado hipnóticos, busco cualquier momento para seguir leyéndolo. Marcus, Alex, Miguel, Valeria.... todos estáis conmigo ahora.


Jesús de Matías Batalla, periodista (Enlace a la crítica)
Febrero 2018

Una mujer, la señora Díaz, ha sido atropellada y yace muerta en el suelo. La policía llegar al lugar de los hechos. El conductor se ha dado a la fuga. El joven agente Marcus se siente mareado y acaba vomitando en el coche policial, debido a la visión de la señora atropellada. Muerta. Asesinada. Demasiados recuerdos regresan a su mente de golpe, no lo puede soportar.

‘Buena suerte‘ (Playa de Ákaba, 2017) da comienzo de esta manera, con una escena que puede parecer más o menos llevadera, aunque nunca agradable, para unos agentes de Policía, pero que destapará la caja de los truenos para Marcus, haciéndole perder el control de su vida, subiendo y bajando en una noria que descabalga sobre unos raíles en muy malas condiciones.

Esta es una novela en la que la parte psicológica es tan importante o más incluso que la propia acción. Una suerte de thriller psicológico en el que lo que ocurre dentro de las mentes de sus protagonistas, sobre todo de la de Marcus, hará que el lector navegue continuamente entre dos aguas llevado magistralmente por el capitán del barco: de lo introspectivo al mundo exterior.

La mente perturbada y la verdadera identidad de Marcus se irán mostrando página a página a partir del primer capítulo, pero permanecerá oculto a Valeria, su mujer, y a Miguel, su compañero en la Policía. Una novela de muy pocas luces, de muy poca fe por la Humanidad que aparece retratada en ella. Y con muchas sombras, perfectamente dibujadas, y que solo el lector, penetrando en la mente de Marcus, conocerá.

La acción transcurre en la ciudad de Donjuan, no importa en qué lugar de España o si es inventada. Y el cuadrilátero inicial (cuatro personajes principales: todos los mencionados más Álex, sobrino de Miguel que se va a vivir con él dejando atrás la penosa vida con sus padres) se extenderá a un hexágono con la llegada de Anna, una mujer gorda metida en negocios demasiado turbios para ella y para quien tenga la mala suerte de caer en sus garras, y Sofía, una niña que no puede hablar tras ser víctima de un crimen.

Y el cuadrilátero inicial no es en realidad un cuadrado. Sino que, no solo por el número de personajes protagonistas al inicio de ‘Buena suerte‘, sino por el devenir de la narración, en realidad permanecerá en toda la novela. Y no de forma latente, sino bien clara. Dura. Desgarrada. Porque el mundo interno y externo de Marcus pelearán continuamente en un ring. Y el silencio de su interior, de su culpa, ganará el combate día a día, sean cuales sean las consecuencias. Y el lector tendrá el privilegio de saberlo todo de él. Será el único que lo sepa, aparte del propio Marcus.

Él no sabrá evitarlas. O no querrá. Pero en la vida suceden acontecimientos que no podemos controlar. O sí. El debate del libre albedrío o el destino ya escrito de cada una de nuestras vidas es inacabable, en cada novela nos podemos encontrar con una explicación tan buena como la contraria. Eso es lo maravilloso de la vida, de la literatura y de esta novela: todo te hace replantearte todo y te deja un rato pensando, recapacitando.

Marcus no tiene el control de su vida realmente, lo tiene su cerebro, su mente, su culpa, sus recuerdos. Y contra lo que está en nuestro propio cerebro y nuestro propio corazón no podemos luchar. Los dos músculos más importantes de nuestras vidas son independientes a nuestros deseos, a nuestra razón, a nuestros planeas e intenciones. Hagamos lo que hagamos, sin incontrolables. Eso da miedo. Y al mismo tiempo, es maravilloso.

Así es la vida de Marcus: aterradora y maravillosa para el lector. Sus luchas internas le llevan por el camino equivocado del alcohol, las drogas y la autodestrucción. Con pequeñas ventanas que parecen de salvación, pero no se sabe si realmente lo son. Nada importará. Ninguno de los demás protagonistas conseguirá cambiar su vida. Marcus es el verdadero protagonista de la novela, todos los demás, diciéndole la verdad o mintiéndole, enseñándole la luz o poniéndole aún más sobras en su camino, girarán en torno a él antes o después.

‘Buena suerte‘ nos muestra cómo los problemas son como las manchas en el techo que no se reparan: por mucho que se pinten, el origen del problema y, por lo tanto, este, siguen ahí. Y una mala primera reparación provocará que el problema persista y reaparezca aún más grande. Las mezclas de pastillas y alcohol, días sin salir de casa, esconderse de la vida y querer aproximarse a la muerte, la sangre, la violencia… no hacen más que empeorarlo.

Esta es una novela, en resumen, trepidante. Lo es su trama. Lo es la manera en que está escrita, con una prosa perfecta. Lo es la mente de Marcus. Lo son sus acciones, sus peleas de bar, las miradas cruzadas a punta de pistola. ‘Buena suerte‘, una novela que cualquier lector que quiera llamarse así, tiene que leer. Sí o sí.

Blog Un libro al día (Enlace a la reseña)
Diciembre 2017

Idioma original: español
Año de publicación: 2017
Valoración: recomendable

Manuel Benet demuestra bien a las claras, apenas unos párrafos al inicio de esta su primera novela que es uno de esos autores que, antes de afrontar publicación, y aparte del oportuno training en el mundo digital (blogs, relatos, etc.), ha leído lo suyo. No os lo digo por nada. No todos los escritores lo demuestran y a algunos se les ve demasiado a las claras quiénes son sus referencias. Pero este no es el caso. Benet no fusila estilos ni se inspira en nadie concreto porque ha leído, diría, bastante, y quizás me aventuraría a decir que en Buena suerte demuestra que es un lector voraz de novela negra, pero que no se queda ahí. Aún así, ni siquiera le adjudicaría esa etiqueta restrictiva a esta novela. Así que cabe añadir su aquél de ambición a sus cualidades, una ambición que reside en un ámbito diferente de todos aquellos pesados (algunos, glups, autoeditados) que se creen (porque se lo han dicho los amigos y algún compañero de trabajo) que juntan cuatro letras y un argumento algo surrealista y, voilà, ya eres un escritor y eso justifica un cierto posado trascendente en las fotos.

No es que Buena suerte vaya a revolucionar nada, aclaremos, pero se agradece el cuidado en la forma (no recuerdo erratas, no recuerdo frases sonrojantes, a lo sumo algún cliché o algún párrafo aislado que se alarga en busca de evitar la imagen de una escritura funcional) y se agradece la intención de crear personajes con un trasfondo mínimo de complejidad. La historia de ese extraño triángulo conformado por Alex, Marcus, Miguel, tres hombres que arrastran diferentes pasados se complementa con las tres mujeres contrapuestas, Valeria, Anna, Sofía, personajes femeninos que a Benet le han salido algo más unidireccionales, cada una a su manera.

Alex, adolescente de familia desestructurada necesita dinero para comprarse una motocicleta, y Miguel, su tío con el que ha ido a vivir no puede dárselo. Y Alex encuentra una manera de obtenerlo, aunque decir encuentra quizás sea inexacto. Anna, prestamista de dulce hablar y amargo proceder, aceptará prestárselo a cambio de ciertos trabajitos relacionados con el recobro de deudas. Marcus arrastra el peso de la duda y del miedo: ha estado envuelto en hechos turbios y su relación con Valeria se resiente de ese sentimiento de culpa que le golpea y le aturde. Miguel, tío de Alex, es su amigo, su compañero en la policía, y actúa de confidente con Valeria, circunstancia que acaba incomodando a Marcus. A partir de esas premisas, Benet urde una trama donde la casualidad intervendrá de forma trágica, donde se desmarca un poco del estricto requisito de precisión y engranaje propio de cierta novela negra actual y donde, reglas de valoración de ópera prima mandan, a veces se le desborda algo esa ambición de que hablaba en el primer párrafo. No se me malinterprete, es valiente su determinación por no ceder su voz narrativa a los tópicos (que sí están justificados en unos diálogos que a veces parecen paréntesis en el discurrir de la novela), pero, dentro de su voluntad de mostrar sus recursos, a veces se le va la mano e hipoteca un poco el dinamismo que se le requiere a este tipo de novelas. Cuestión excusable y enmendable, como lo puede ser una extensión algo excesiva que puede inhibir a ese lector apresurado y selectivo que apuesta por lo seguro. Pero estoy convencido de que hará esos ajustes, que encontrará patrones narrativos menos rígidos, y que su segunda novela nos deparará alguna sorpresa.

Genoveva Pozuelo (Enlace a la reseña)
Septiembre 2017

Un viaje a Lituania, 12 horas de ida+12 horas de vuelta han sido más que suficientes para leerme el ejemplar más viajero de "Buena suerte", una novela apasionante, inquietante y escalofriante.

  • Apasionante porque la acción transcurre a tal que velocidad que vas leyendo y antes de darte cuenta has cruzado Europa de oeste a este sin enterarte (antes de llegar a Frankfurt en el vuelo de vuelta ya había cerrado el libro).
  • Inquietante porque descubrimos una vez más como el ser humano es capaz de reaccionar (o no) a los acontecimientos, de adaptarse (o no) a su destino y escoger (o no) su propio camino.
  • Escalofriante porque es imposible no sentir a lo largo del relato lo que sienten sus protagonistas en primera persona gracias a una descripción impecable de lo que pasa por sus cabezas...

Tengo que decir que tu estilo es tan personal que, en muuuuuuchas ocasiones, más que estar leyendo un libro me parecía que estuvieras sentado enfrente de mi contándome una historia, quizá en alguna silla de plástico en una plaza remota de un pueblo remoto, en un mundo aparte, con una tarrina de helado de turrón y vainilla a quién sabe que horas de la noche....

Así que más que "buena suerte" prefiero decirte: ENHORABUENA!!

Ainhoa
Octubre 2017

Paqui González
Septiembre 2017

Florinda Gonzalez (Enlace a la reseña)
Octubre 2017

Hace unas semanas me tocó este libro de la foto en un sorteo. Una de las condiciones era comprometerse a leerlo y escribir una reseña de lo leído. Bueno, ya lo he leído y os cuento: “Me ha sorprendido el argumento porque lo que se leía en la primera página (que se podía leer para participar) no tiene nada que ver, resulta que es una novela entre policiaca y negra, y yo nunca había leído nada de esto porque pensaba que no me gustaba. Me ha gustado mucho y lo recomiendo. Otra cosa interesante es el final, cada lector puede decidir lo que pasa. ¿Habrá segunda parte? Espero que si. Lo dicho, muy recomendable la lectura”

Marta P.
Septiembre 2017

Antonio
Octubre 2017

Gonzalo
Septiembre 2017

Manuel VII - Kardamoon (Enlace a la crítica)
Julio 2018

¿Qué le pedimos a un libro? Que tenga una buena historia y que ésta esté bien contada. Pues bien este libro reúne estas dos premisas pero quizás no lo hace a partes iguales. Últimamente nos hemos acostumbrado a que los personajes de las novelas vayan arrastrados por la acción de la historia, sin detenernos mucho en su personalidad y eso se nota mucho mas, creo incluso a veces es bueno, en la novela negra, o policíaca, incluso en los thrillers psicológicos donde lo que mas nos interesa es el desenlace final. Pero a veces da gusto encontrar libros donde el desarrollo de la historia, el ritmo, lo van a marcar los personajes. Este es uno de esos casos.

Manuel Benet no ha escrito un libro pasapáginas, sino que ha construido una pieza que se mueve al ritmo de los protagonistas. Abunda en las descripciones para mostrar la compleja identidad de cada uno de los protagonistas y para describir las situaciones en las que se ven inmersos a lo largo de la historia. Quizás, y solo quizás, hay veces en las que estas descripciones son excesivas, incluso repetitivas, pero por otro lado eso mismo es lo que lo hace un libro diferente, para leer sin prisa.

Buena suerte habla precisamente de no tenerla, y no la tiene Marcus, sobre quien recae el peso de la novela, sumergido en una depresión a raíz de un asunto del pasado, que arrastrará inexorablemente a Valeria, su esposa, y pondrá a prueba su amistad con Miguel, su amigo y compañero. Alex, sobrino de Miguel, que carga con un pasado de malos tratos del que sale marcado para adentrarse en un mundo de dudosa reputación.

Hay en todos los personajes una lucha interior por salir cada uno de su laberinto en el que las malas decisiones le han metido. Pero llegado el caso, ¿tú que hubieras hecho?, quizás como Miguel y el resto de personajes de Buena suerte estaríamos cargando con la culpa, cumpliendo el castigo y esperando el perdón.


Jimena Tierra, escritora y editora
Junio 2018

Gema Martín Borgas, atleta internacional (Enlace a la crítica)
Enero 2018

Una de mis pasiones confesada a gritos, como el atletismo, es leer. Sobre todo, y todo el tiempo que tengo disponible. En mi bolso siempre va un libro, y en mi mesilla de noche siempre hay otro. Si leo dos libros a la vez, desde hace años, el otro libro que leo ahora mismo es sobre teoría del Alzheimer, por temas de estudios, por lo que ahora mismo se podría decir que por placer leo solo Buena Suerte.

El autor es Manuel Benet Navarro, la editorial Playa de Ákaba. ¿Por qué os lo recomiendo? Porque me encanta como escribe, y la historia. Salir de nuestras vidas y entra de lleno en la historia de Marcus…vertiginosa, real, y que te engancha hasta el final para saber que pasará. Respecto a la escritura me gusta el dinamismo, el lenguaje utilizado tan cercano…os juro que es como si os contarán una historia de una persona que conocéis…porque todos tenemos que superar en nuestra vida sentimientos de culpa, y sobre todo y a pesar de todo seguir viviendo…no sé tú, pero yo me marcho ahora mismo a dejar mi vida un rato y adentrarme en la Marcus, que está a punto de conocer a Valeria.


Blog BAJOLAPIELDEUNLECTOR (Enlace a la reseña íntegra)
Enero 2018

Marcus es policía, todo marcha bien, pero se ve obligado a investigar un caso de atropello y eso parece afectarle. Algunos de los fantasmas del pasado, que habían desaparecido, han resurgido de nuevo. Por lo que pronto vuelve a hundirse en la depresión, parece vivir dentro de un pozo oscuro del que ve complicado salir. El hecho de levantarse de la cama, o tener que darse una ducha le supone un esfuerzo y energía que no siente que tenga. Lo que le lleva a un estado de abandono donde el alcohol y los ansiolíticos son sus únicos compañeros.

Esta situación no hace más que empeorar su situación sentimental con Valeria, que independientemente de los esfuerzos por ayudarle no consigue que éste de un paso hacia su recuperación. Lo que es improbable que pase, pues Marcus arrastra un oscuro secreto que parece perseguirle para siempre. Nadie lo sabe y hasta que éste no se abra y muestre eso que esconde, no se curará.

Por otro lado tenemos a Miguel, compañero de policía de Marcus, y otra de las personas implicadas en la investigación del caso de atropello. Vive con su sobrino Alex, de quien se tuvo que encargar tras varios problemas familiares que surgieron. Alex es un adolescente perdido, con mucho dolor dentro, cuyo único propósito en la vida es comprarse una moto. Ante la negativa de su tío a prestarse a ese deseo, Alex busca otros recursos menos lícitos que harán que acabe trabajando para Anna, y que ésta le meta en un mundo turbio que no hará más que empeorar su situación personal.

Sus historias se desarrollarán por separado llegando a confluir en algún momento. Ambos no solo son personas que han sufrido mucho tras una historia traumática, uno como verdugo y el otro como víctima, sino que además el rumbo que toman sus vidas no hace más que empeorar las cosas. Pues si algo no tienen es lo que dicta el título de este libro, buena suerte.

Esa ausencia de buena suerte y el hecho de que tomen unos caminos, que no son los más correctos, hace que nos adentremos en un relato oscuro y dramático que nos reserva ciertas sorpresas. Pues Manuel Benet ha creado para estos dos protagonistas un futuro que ya se intuye "poco bonito", donde los destinos de ambos se cruzan dando lugar a una serie de casualidades y consecuencias casi cómicas. Aunque de humor poco tiene su historia.

Manuel Benet me ha sorprendido por lo bien que escribe, tiene una calidad literaria increible aunque para mi gusto demasiado descriptiva. Este último punto es lo que ha ralentizado mi lectura, sacándome de la historia en ciertos momentos. Creo que es una historia que más pulida en reflexiones y extensión podría ser una lectura absorbente, puesto que ya cuenta con lo más complicado: una historia atractiva y bien escrita.

Este aspecto de extensión a mí me ha frenado a la hora de disfrutar su historia, pero es algo puramente personal que no tiene por qué pasarle a todo el mundo. Mismamente, Albanta reseñó este título y disfrutó mucho de su lectura.

Con una fuerte carga psicológica "Buena suerte" destaca por sus dos personajes, cuyas truculentas vidas acabarán por pasarles factura, lo que nos permite reflexionar sobre la autodestrucción, la culpa, la carga que ésta supone y la necesidad de escapar a eso que nos aterra, a nuestras decisiones y actos menos acertados. En definitiva, a la búsqueda de la liberación de nuestra propia carga personal a pesar de que no nos acompañe la suerte.

Blog Adivina quién lee (Enlace a la reseña íntegra)
Noviembre 2017

[...] Cuando me adentro en la lectura de un autor poco conocido del que no sabes nada de sus trabajos, no tienes referencias y teniendo en cuenta que es una primera obra siempre tengo mis reservas. Nunca sabes lo que te puede deparar su lectura. Y la verdad es que mis impresiones sobre Buena Suerte han sido muy positivas, me ha resultado una novela con ideas interesantes y muy bien llevada tocando temas muy delicados y complejos.

La historia comienza con una muerte. Una mujer muere atropellada y el conductor del coche se da a la fuga. Al accidente acuden dos policías, Miguel y Marcos. Para este último la visión de la mujer en el suelo es el catalizador que remueve un episodio del pasado que aún no ha podido superar. Para Miguel resulta otro caso más que resolver y al llegar a casa le espera su sobrino Alex. Un joven que vive con él y que aún está intentando encontrar su camino. Al igual que Marcus tiene unas heridas del pasado que no acaban de sanar.

Contar el argumento de esta historia sin destriparla es complicado. Buena suerte es una novela que nos habla de la mochila que cargamos a las espaldas y que se ha ido llenando de cosas malas en el pasado. Una novela que explora la culpa, bien sea por lo que nosotros mismos hemos hecho o por lo que nos han proporcionado los demás. Una novela que es difícil encuadrar en un género concreto. Y en mi opinión, comienza con tono intimista y termina de modo similar a un thriller. De esto último no os voy a hablar para no destripar la novela.

[...] Aunque al principio es una novela con un ritmo un poco lento ya que el autor tarda en entrar en materia también ha conseguido despertar mi interés desde el primer momento. Quería saber que les ocurría a sus personajes y cómo iban a desarrollarse los acontecimientos. Es una novela dura que nos habla de cómo, pase lo que pase, la vida sigue adelante y no nos queda otra opción que vivirla. Podemos intentar resolver aquellos asuntos que perturban nuestras vidas o podemos dejarlos ahí aparcados sin sanarlos o dejarnos en nuestro interior de forma que puedan seguir reconcomiéndonos.

Y me ha gustado la forma de narrar del autor. Me ha hecho sentirme cómoda con un estilo directo, sencillo y cuidado. Son diferentes las voces narrativas y perspectivas que usa para construir su historia. Y quizás lo único que de alguna manera aparece en exceso es del drama. La mayoría de sus personajes han tenido vivencias demasiados oscuras y difíciles y se acumulan y reiteran. Aunque tampoco lo comento como algo negativo que condicione la lectura.

Blog Viajante de tinta (Enlace a la reseña íntegra)
Noviembre 2017

“Buena suerte” empieza impactando al lector con el atropello de la señora Díaz. Pero no es un simple atropello, al menos no lo es para Marcus. Este acontecimiento dará lugar a que una herida aparentemente cerrada se vuelva a abrir en Marcus. Removerá su pasado encerrándose en una espiral de pena y angustia de la cual no querrá salir, pues se encuentra bien removiéndose en su miseria, pero esto le llevará a alejarse de forma voluntaria de aquellas personas que le quieren. Pondrá en juego su relación con Valeria; a veces con querer no es suficiente y, aunque se siga queriendo, también hay que mirar por uno mismo.

Pero esta historia es contada a dos bandas. Alex es el sobrino de Miguel, el compañero de trabajo de Marcus. El joven descarriado con un pasado turbulento llegará a un no retorno por un capricho que le dejará encadenado bajo las órdenes de una depredadora. Cometerá errores que le cortarán las alas de forma definitiva. ¿Podrá soportar el peso de su conciencia? ¿Será capaz de aguantar?

[...]

Opinión personal
(Spoilers eliminados por el autor)

Hay dos puntos que quiero tocar que me han resultado al mismo tiempo atrayente y también me han alejado un poco. Lo primero que tengo que decir y que bajo mi punto de vista caracteriza esta novela es la cantidad de detalles que presenta a la hora de describir los acontecimientos, también el desarrollo personal y emocional que sufren sus protagonistas a lo largo de la historia.

También he de decir que hay veces que parece que estás metido en un bucle del que no puedes salir. Llegan momentos en los que se repite, esto me con pasa con la parte de Marcus. Pero también muestra giros que no te esperas dejándote pensando por qué ha tenido que ocurrir eso [...].

Debo decir que odio a Marcus. Este personaje me trae de calle y me da mucha rabia. Es muy egoísta [...]. Luego está Alex que a mi parecer es muy alocado y se deja cegar en ocasiones llegando a hacer locuras para promover la venganza o gozo. También esta Anna que bueno... es un personaje que no puedo con él, es muy mala persona, manipuladora y traicionera.

Sin embargo, después tenemos a personajes como Valeria, Miguel y Sofía, personajes en sí pasivos pero que sin ellos no habría historia. [...]

Es una historia elaborada aunque un poco extensa, te da bofetadas cuando menos te lo esperas haciendo que estés ansiando el desenlace. Los personajes tienen un carácter especial y propio que se te harán difícil de olvidar.

Es más que probable que me esté quedando corta con lo que os cuento. El cómo intenta explicarte que aunque te tomes la venganza por tu mano no sacaras beneficio, el egoísmo desmedido y el mirar solo por uno mismo como puede dañar a nuestros seres queridos, la importancia de los actos y las palabras, el no retorno después de la acción...

Para mí este libro se merece un 4/5

Santi López
Noviembre 2017

Sergio Cervera
Octubre 2017

Electrica Cullen Black (Enlace a la reseña)
Septiembre 2017

MI RESEÑA DE “BUENA SUERTE”, DE MANUEL BENET NAVARRO

Esta novela dura, negra, de sarcástico título y altas dosis de intriga, te atraerá y atrapará igual que lo hace la fatalidad a sus dos personajes principales (Marcus y Alex). Así pues, el pensamiento recurrente “un capítulo más y lo dejo” será una constante durante su lectura que te impulse cada vez a dedicarle más horas de ocio y sueño de lo que pretendías, mientras avanzas a pasos agigantados por su trama.

“Buena Suerte” es su primera novela, y en ella el escritor hace gala de una maestría propia de un malabarista con las distintas voces, perspectivas y líneas temporales empleadas en la narración, de forma que cada transición es perfecta, suave como la seda. Por si fuera poco merito, su forma de narrar (tan personal y característica por lo que he podido comprobar al leer varios relatos cortos con anterioridad), de describir las emociones y situaciones (en ocasiones usando símiles tremendamente imaginativos y originales), hace que sean tan vívidas que no seas un mero espectador que asiste a las distintas escenas y situaciones de la mano del narrador. Que va. Manuel Benet logra que te metas bajo la piel de Marcus y Alex, y vivas y sientas con ellos (como si en realidad ciertamente fueras una parte de ellos) el oscuro drama retroalimentado que son sus vidas, y en particular esa tendencia autodestructiva que atenaza la de Marcus.

Tanto es así que no puedes juzgarlos fríamente. Ni a ellos ni a sus motivaciones circunstanciales. Lejos de eso tratas de entenderlos al máximo y hasta buscas una salida junto a ellos a esa autodestrucción, aunque conforme avanza la historia, igual que ellos, sabes muy bien que no la hay. Ya no.

En cuanto a los personajes en si, son muy “reales” y con personalidades muy complejas y bien definidas. Incluso los secundarios.

En resumen, un libro con una ambientación y personajes muy realistas y una historia muy cuidada, bien planteada y resuelta que no te dejará indiferente. Por supuesto altamente recomendable su lectura (que en los momentos clave te mantendrá en vilo), con una valoración de cinco sobre cinco en mi opinión.

De hecho, pocos libros, por mucho que me gusten, me dejan con ganas de volver a disfrutarlos en un futuro cercano; este sin embargo planeo volver a leerlo dentro de poco... Quizá porque yo sentí en todo momento que no leía sino que la novela me iba mostrando por si sola las imágenes y despertando mis emociones. Bueno, por eso y porque estoy convencida de que todos los detalles (esas pequeñas pistas resolutivas en forma de veladas alusiones que algunos autores dejan caer aquí y allá conforme tejen las distintas intrigas que componen, sustentan y apasionan la historia que nos quieren contar) encajarán de maravilla durante esa segunda lectura, y por lo tanto no me arrepentiré de hacerlo, pues volverá a resultar un placer redondo y sin cabos sueltos que ensombrezcan tan grata primera impresión.